Al pie de las tapias, y por entre sus rendijas, crecen la hiedra y esas campanillas color de rosa pálido que suben sosteniéndose en las asperezas del muro hasta trepar a los bardales de heno, por donde se cruzan y se mecen como una flotante guirnalda de verdura.
Desde mi celdaGustavo Adolfo Becquer
La campanilla rosa, Convolvulus althaeoides, es una planta que podemos encontrar fácilmente en terrenos baldíos. De hábito rastrero sus tallos cuando encuentran el apoyo adecuado pueden enroscarse y escalar dando vistosidad a los muros con sus grandes flores, aunque sólo durante el día pues se cierran al llegar la noche.
El nombre procede del latín convolvere, enredarse, y althaeoides nos indica su semejanza a las plantas del género Althaea.
A medida que ascendía, los árboles eran más bajos y la senda atravesaba matorrales de espino desbordados de correhuelas azules y alguna que otra enredadera de campanillas rosas
La mujer que se fue a caballo
D H Lawrence
1 comentario:
Preciosas fotos has hecho de estas correhuelas que, aunque se llamen rosas, yo las encuentro más de color malva claro, por aquí también hay muchas ahora.
Un abrazo grande!
Publicar un comentario