Giró a la derecha del camino principal para tomar un estrecho sendero. Pasó junto a algunas viboreras y atropa belladona, junto a cola de caballo y artemisa, y se detuvo de vez en cuando para tocar levemente las flores y susurrar algo.
Mr. Holmes Mitch Cullin
No tengo dudas respecto a que las flores que ilustran esta entrada son de viborera, ahora bien no estoy muy seguro de la especie, aunque pienso que lo más probable es que se trate de Echium plantagineum. Las semillas, triangulares, recuerdan la cabeza de una víbora, y de ahí el nombre, y de ahí Echium (del nombre griego de la víbora), y de ahí que en épocas se le haya atribuido la virtud de proteger frente a sus picaduras.En Australia, donde se considera planta invasora tiene dos nombres muy curiosos. Por un lado la llaman la maldición de Paterson. Paterson era al parecer el apellido de la persona que llevo semillas de viborera para usarla como ornamental en su jardín. La planta acabó "escapando" e invadiendo un territorio nuevo y desplazando a los habitantes originales. Pero también es conocida como la salvación de Jane, porque por su resistencia a la falta de agua podía servir de pasto al ganado en épocas de sequía.
No es sin embargo muy recomendable usarla como forrajera ya que contiene una sustancia similar al curare, ciertamente en escasa cantidad pero se han publicado casos de muerte de animales por ingerirlas. En Australia precisamente tras los graves incendios del año 2003 que acabaron con grandes extensiones de pasto se notificó la muerte de 40 caballos por comer viborera.
Las flores tienen un color que varía desde el azul-violeta al rojizo, más raramente son de color blanco, y característicamente sus cinco estambres sobresalen de la corola.
Casi me olvido de decir que lo de
plantagineum es por el parecido de la roseta de hojas basales a las del
plantago
El campo era un tapiz de tonos bermejos, entre los que lucía la hierba viborera, moradas las flores chiquitinas, las humildes verónicas solitarias en los rinconcitos, tempranera, de corola pequeñita y rayas de oscuros tonos.
Diario íntimo: la novela de la vida de un hombre Eugenio Noel