por adonde más se ensancha
para lavar cierta mancha
que ha de salir con trabajo.
De la casa de los locos,
los cuentos que se encarecen
que muchos cuerdos parecen,
mas yo se que son los pocos.
Tráeme dos alcarrazas
de agua de lengua de buey
y de la huerta del Rey,
dos famosas calabazas.
El castigo del discreto
Lope de Vega
Hoy voy ha comenzar yéndome por las ramas y en lugar de hablar de la Anchusa azurea o lengua de buey , hablaré de alcarrazas que sin lugar a dudas es la palabra más sonora de cuantas aparecen en el texto de Lope, y la más desconocida. Y mira por donde seguro que todos hemos visto alcarrazas, y hasta conocemos alguna famosa.
Una alcarraza es una vasija de arcilla porosa que se usa para mantener el agua fresca. Como un botijo, mas con algunas diferencias: el botijo esta diseñado para guardar el agua, mantenerla fresca y beber de él, mientras que para esta última función no están pensadas las alcarrazas, y luego por el tipo de arcilla usada las alcarrazas suelen ser blancas, en tanto los botijos suelen ser rojizos. Alcarrazas son las que aparecen a los pies de Las santas Justa y Rufina de Murillo, quién vuelve a ponerlas en brazos de santa Rufina; también esa cántara en la que apoya su mano el aguador de Sevilla de Velázquez es una alcarraza o la que aparece en la cena de Emaús, como también lo son, aunque más "finas" las que pueden verse en el bodegón con cacharros de Zurbarán o en manos de su santa Rufina.
Y aunque he dicho que no estaban pensadas para beber, nada impedía el hacerlo. Prueba de ello esta coplilla:
Alcarraza de tu casa
chiquilla quisiera ser,
para besarte los labios
cuando fueras a beber
Pese al llamativo color de la flor no he visto ningún nombre vernáculo que haga referencia a ello, y la mayoría, que no son pocos, hacen referencia a su aspereza (como otras plantas de la familia está recubierta de unos pelillos recios) y a la forma de sus hojas que se asemejan a una lengua. De la flor, si la cortamos y la chupamos por su base obtendremos una gota dulce como la miel, de ahí el nombre de chupamieles.
No he encontrado referencias al uso de ese agua de lengua de buey de las alcarrazas, sí que se trataba de un destilado de las flores que posiblemente se usara para ahuyentar la melancolía
No he encontrado referencias al uso de ese agua de lengua de buey de las alcarrazas, sí que se trataba de un destilado de las flores que posiblemente se usara para ahuyentar la melancolía
La información sobre las alcarrazas le he encontrado en un interesante artículo, cerámicas para el agua en el barroco español, de Alfonso Pleguezuelo
1 comentario:
Y que ricos que estaban los chupamieles cuando era pequeño. Supongo que no habrán cambiado de sabor.
Un abrazo,
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