12 de enero de 2016

Lentejas de agua

Dejamos el ruido del río, los nenúfares flotando en el agua, las mariposas que descansan sobre ellos, los patos blancos que juegan en el agua, los peces que nadan en el agua, los sentimientos de los peces, el comportamiento de los patos, las ideas de las lentejas de agua, el soliloquio de la corriente de agua...detrás de nosotros.
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Las lentejas de agua son unas plantas acuáticas diminutas, de apenas 2 mm, que podemos encontrar en grupos de 2-4 individuos flotando libremente en aguas lentas o estancadas. Su nombre científico es lemna y en nuestro ámbito existen dos especies la minor y la gibba, difíciles de distinguir a simple vista, más fácil al tacto al ser la segunda más gruesa y la primera plana.


Me parece que hasta que me he puesto a leer sobre las lentejas de agua no había oído el término eutrofización. Suena a algo bueno. Y más cuando te enteras de que se llama así un proceso por el que las aguas de un río o un lago se enriquecen de nutrientes. Pero eso al parecer no es nada bueno; todo lo contrario: puede ser fatal. Un exceso de nutrientes conduce a un aumento de algas, plantas y otros organismos, que al morir se pudren. La putrefacción consume oxígeno con lo que las aguas dejan de ser adecuadas para muchos seres vivos. Y no es esto todo. En el lecho de las aguas va acumulándose material orgánico con lo que la profundidad disminuye

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Una de las plantas que prosperan en los procesos de eutrofización son las lentejas de agua,  que además colaboran en su avance pues al cubrir grandes superficies impiden que entre la luz solar disminuyendo la fotosíntesis.


Sin embargo se da la paradoja de que la lenteja de agua puede contribuir también a combatir la eutrofización. Las causas de la eutrofización son por un lado naturales y por otro dependientes de la actividad humana. He podido leer que se han realizado experiencias prometedoras con lentejas de agua para tratar aguas residuales o para acumular metales pesados.


Entonces se abrió la puerta, y entró ella. Tenía el pelo oscuro, como Frieda, aunque se veían hebras canosas entretejidas en su espesor. Había una expresión soñadora en su rostro, modelada, quizá, por la contemplación de ríos, cisnes y lentejas de agua.
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                                                                                   Suzanne Joinson

2 comentarios:

Montse dijo...

No sabía nada sobre la Eutrofización, aunque sí conozco a las lentejas de agua ¡como siempre tus entradas son de lo más curioso e interesante!
Un abrazo.

Miguel García dijo...

Las he visto en numerosas ocasiones y, curiosamente, sin conocer ese proceso de nombre tan sonoro, siempre las había asociado con la contaminación de las aguas.
Un abrazo,

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