de su artífice nunca pretendidas,
el agua, que a los mármoles de atreve
con buril de cristal tiene esculpidas:
el techo humedecido perlas llueve
a las que llora el alba, parecidas,
de cabellos de Venus adornado
que el agua los crió y los ha peinado.
Fábula de Acteón y Diana
Antonio Mira de Amescua
Sin lugar a dudas Venus es entre todos los dioses quién más ha contribuido al nomenclátor botánico. Ya le hemos visto el ombligo y hoy nos muestra sus cabellos, nombre por el que desde antiguo se conoce a este helecho tanto popular como científicamente, el adiantum capillus veneris. Y con ese nombre tampoco nos debe extrañar que haya sido usado para evitar la alopecia, pero como dice el chiste lo único que detiene la caída del cabello es el suelo.
De más esta decir el por qué de este nombre. Lo de culantrillo parece que deriva del parecido de sus hojas con el culantro. En cuanto a adiantum procede del griego y se traduciría como que no se moja aludiendo a la propiedad que tiene de repeler el agua. No me resisto a poner el comentario de Andrés Laguna al Dioscórides: la llamaron adianto los griegos, porque aunque llueva sobre ella y se zahundan mil veces dentro del agua (cosa digna de admiración) jamás se le pega una gota, sino siempre se muestra seca y enjuta; en lo cual se parece a ciertas doncellas constantes y virtuosas, que aunque mueran de amores de algunos sus favoridos y se les salga el alma tras ellos, toda vía cuando los tienen delante los despiden con mil denuestos quedándose del todo enteras e inmaculadas.
No sólo para evitar la caída del cabello se ha usado. También para la tos, los catarros, para regularizar la menstruación, favorecer el parto o como abortivo. Sobre su eficacia en estos casos poco sabemos, aunque al personaje de Rosa Chacel parece que no le fue muy bien:
Figúrate, una botella entera de agua de Carabaña, por más que disimulase... y nada, no sirvió para nada. Fui a los barrios bajos y una mujer que vendía hierbas me dio ruda y culantrillo... nada, todo inútil. Oí un día a dos que hablaban en la carnicería de una que había abortado. Una decía: "Se cayó una costalada"... y la otra, "Ah, claro, eso es fatal. ¡Una costalada!...
Barrio maravillas
Rosa Chacel
Y pese a que como les ocurre en general a todos los helechos, precisan de una elevada humedad y no toleran las calefacciones, no es raro su uso como ornamental. Y es que como indica Cesare Pavese es una planta hermosa.
Con el tiempo la pared de la roca se había vuelto gris, pero en lo hondo, donde era más oscuro, sudaba todavía humedad y había un pozuelo. Allí crecía el culantrillo. Unas muchachas del pueblo dijeron que el culantrillo es una hermosa planta y la Sandiana fue una vez a arrancar unos cuantos para ponerlos en un florero.
Historia íntimaCesare Pavese
2 comentarios:
Una interesante y decorativa planta amante de los lugares umbríos y húmedos.
Un abrazo,
Como no conozco apenas las plantas de los humedales, saber de ésta, cabellos de venus, me resulta apasionante y más con las citas que acompañas.
Un abrazo!
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