La cabra va al lado de Platero, rozándose a sus patas, tirando con los dientes de las puntas de las espadañas de la carga. Con una clavellina o con una margarita en la boca, se pone frente a él, le topa en la testuz, y brinca luego, y bala alegremente, mimosa igual que una mujer...
Platero y yoJuan Ramón Jiménez
Tal vez a muchos les sorprenda lo que voy a decir, pero la bellis perennis, más conocida como margarita menor o maya, no es una flor. Es lo que se denomina una inflorescencia, un conjunto de flores. La margarita esta compuesta de un montón de diminutas flores tubulares hermafroditas de color amarillo, dispuestas en un botón floral en cuya periferia se disponen una serie de flores femeninas dotadas de una lígula que son esas hojitas blancas de las que tiramos mientras le preguntamos me quiere, no me quiere.
El epíteto bellis parece derivar del latín bellus, hermoso, agraciado, aunque hay quien lo hace derivar de bellum, guerra, por la supuesta propiedad de curar las heridas y otros quieren ver una referencia a una de las danaides, Bellide. El apellido perennis nos indica que se tata de una planta que vive varias temporadas.
El nombre de margarita procede del griego y significa perla (de ahí que la isla caribeña situada frente a la costa venezolana famosa por la abundancia de perlas fuese bautizada así). También fue conocida en la edad media como solis oculus, por razones obvias.
Hay otras dos flores muy parecidas por no decir que idénticas, la Bellis annua y la sylvestris. Creo que las fotos corresponden a la perennis porque no tiene hojas en el tallo, que sí pueden verse según he leído en la annua, y porque sus hojas basales tienen un nervio y la sylvestris tiene tres. Pero siempre puedo equivocarme.
verdes pradillos, cerros cenicientos,
la primavera pasa,
dejando entre las hierbas olorosas
sus diminutas margaritas blancas
Campos de Soria
Antonio Machado