Has de saber, hijo, que en esta villa vivió la más famosa hechicera que hubo en el mundo a quién llamaron la Camacha de Montilla; fue tan única en su oficio, que las Eritros, las Circes, las Medeas, de las que he oído decir que están las historias llenas, no la igualaron. Ella congelaba las nubes cuando quería, cubriendo con ellas la faz del sol, y cuando se le antojaba volvía sereno el más turbado cielo; traía los hombres en un instante de lejas tierras, remediaba maravillosamente las doncellas que habían tenido algún descuido en guardar su entereza, cubría a las viudas de modo que con honestidad fuesen deshonestas, descasaba las casadas y casaba las que ella quería. Por diciembre tenía rosas frescas en su jardín y por enero segaba trigo. Esto de hacer nacer berros en una artesa era lo menos que ella hacía, ni el hacer ver en un espejo, o en la uña de una criatura, los vivos o los muertos que le pedían que mostrase. Tuvo fama que convertía los hombres en animales y que se había servido de un sacristán seis años, en forma de asno
El coloquio de los perrosMiguel de Cervantes
Buscando información sobre los berros, nasturtium officinale, una de las primeras cosas con que me topé fue con la expresión hacer nacer berros en una artesa o en una cama, no entendiendo al principio su sentido comprendiendo después que se trataba de una marea de tildar a alguién de bruja. Y debía ser expresión común en el siglo de oro pues además de Cervantes la encontramos en textos, entre otros de de Mateo Alemán o Lope de Vega:
que aun muertos no están seguros
de conjuros
y de maldades que haces,
con que deshaces
las nubes y las arrasas
por donde pasas.
Que sin ir a la dehesa,
en una artesa
sueles hacer nacer berros
El galán Castrucho
Lope de Vega
Más cosas que he aprendido con los berros. Hasta ahora para mi mastuerzo era un insulto, sinónimo de tonto, inútil... y efectivamente el DRAE así lo recoge, pero en su tercera acepción. La primera hace referencia a una planta crucífera, concretando en la segunda: berro. Mastuerzo deriva claramente del nombre latino del berro, nasturtium, y este nasturtiun de la unión de dos palabras latinas: nasus (nariz) y turtus (torcido) por el gesto de arrugar la nariz que el picante sabor u olor del berro provoca. Como este torcimiento de nariz llegó a convertirse en insulto no lo sé.
Los berros en el siglo de oro no sólo señalaban a las brujas:
Andábame vagando a la flor del berro por las calles de Roma, y como tenía de la prosperidad algunos amigos de mi profesión, viéndome desacomodado me convidaban.
Guzmán de AlfaracheMateo Alemán
No hay moza que servir quiera,
ni mozo que por su yerro
no se ande a la flor del berro:
él sandío y ella altanera
Pedro de Urdemalas
Miguel de Cervantes
A decir de la biblioteca virtual Miguel de Cervantes este modismo, andar a berros, se aplica a quienes se dan a la vida ociosa en busca de diversión y placer, cuando no de vicio, teniendo su fundamento en la actitud de las vacas que cuando ya están hartas y su apetito satisfecho se entretienen en picotear las hierbecillas más agradables al paladar, como el berro.
Se trata de una planta comestible, no sólo para las vacas, fundamentalmente en forma de ensalada y aunque he leído por ahí que es rica en vitaminas y minerales, no debe ser muy nutritiva y si no, atended a este fragmento del romance de don Bueso, que regresa a casa tras encontrar casualmente a su hermana, cautiva en tierra de moros:
¡Abrid puertas,madre,
puertas de alegría,
por traeros nuera
traigo vuestra hija!
- ¡Si me traes nuera,
sea bien venida!
Para ser mi hija,
¡qué descolorida!
- ¿Qué color, mi madre,
qué color quería,
si hace siete años
que pan no comía,
si no eran los berros
de una fuente fría
do culebras cantan,
caballos bebían?
¡Si no eran los berros
de unas aguas margas
do caballos beben
y culebras cantan!
Romance de don Bueso