Mariquita León
José Nogales
La jara macho, cerval o cervuna que por todos esos nombres se conoce es fácilmente reconocible por sus grandes y vistosas flores blancas, por sus frutos en forma de cápsulas y por sus grandes hojas que por recordar a las de los álamos le dan nombre científico: cistius populifolius.
Si está claro el por qué de su nombre latino, no he logrado ninguna pista que me indique de donde proceden sus apelativos populares. Cerval y cervuna hacen referencia al ciervo por lo que pienso que tal vez gusten estos animales de consumirla. He intentado averiguar algo al respecto y sí parece que las jaras en general forman parte de la dieta de los ciervos, aunque no están entre sus favoritas por los productos químicos que contienen. Quizás prefieran la menos aromática jara macho a la pringosa y de ahí el nombre. También se comen los ciervos los frutos de las jaras, contribuyendo a su dispersión al resistir al parecer las semillas la digestión.
En el texto que he elegido (no tenía muchas opciones) hablan de emplastos de jara cerval. Pocas referencias a usos médicos de esta jara he encontrado, pero sí una alusión a su uso para tratar los granos precisamente en la sierra onubense