Y ella, mientras chupaba un chupamieles con sus labios de rosa, le iba contando de su abuelo cómo en las largas veladas invernizas le hablaba de otros mundos, del Paraíso, de aquel diluvio, de Noe, de Cristo...
Cruce de caminos Miguel de Unamuno
De la otra chupamieles que ya vino por el blog comenté que el nombre le venía de una gotita dulce como la miel que podíamos obtener chupando la base de la flor una vez cortada. No he encontrado nada en este sentido respecto a la que muestro hoy, la Anchusa undulata.
Sí que debe tratarse de una planta melífera en vista de sus nombres: abejera, melera, hierba melera y el más curioso, miel de avispas.
Para mí que la miel era cosa de las abejas, y que las avispas se limitaban a tener aguijón, de ahí que me haya llamado la atención el nombre. Pero la sorpresa ha sido mayor cuando mirando en internet compruebo que efectivamente hay avispas que producen miel, pero no en España, sino en algunas regiones del centro y norte de América, así que no se de dónde procede el nombre.