Pero lo que yo amaba en ella, lo que me hace sin duda recordarla, era el sombrero, un enorme sombrero, de paja color de miel, lleno de flores, como una primavera. Tenía espigas de trigo, amapolas encendidas, espuelas azules y muchas otras yerbecillas silvestres
Misterios Julia Hernández Terán
Lo de Delphinium ya hemos visto de dónde procede. El apellido, aunque no le he encontrado escrito en ningún sitio, supongo que se debe a que son cinco los carpelos que tiene. Vulgarmente se conocen como espuelas.
Las flores se han usado para teñir la lana de un color gris azulado usando como mordiente el alumbre