18 de diciembre de 2013

Nevadilla, sanguinaria

Oye, oye, no traigas eso. ¡Si no lo va a querer tomar! Tráete una vara. No, no traigas tampoco vara...Te pasas por la droguería y pides diez céntimos de sanguinaria. A mi me va a dar algo.

                                                                                             Fortunata y Jacinta
                                                                                             Benito Pérez Galdós



Al crecer pegada a la tierra y en colonias la Paronychia argentea, con sus bracteas blanquecino nacaradas que envuelven a las flores, le da al suelo el aspecto de estar nevado, de ahí uno de los nombres comunes con los que es conocida: nevadilla y el apelativo de argentea en su nombre científico (en algunos lugares tambien se conoce como hierba de plata). Lo de paronychia le viene de que era usada para el tratamiento de los panadizos.


El otro nombre por el que es conocida, sanguinaria, también procede de sus aplicaciones terapéuticas, en concreto de las virtudes que se le atribuyen como hipotensor y para cerrar las heridas.


Merece la pena agacharse para apreciar los tonos amarillos y rojizos de sus flores y apreciar el tacto como de papel de las nacaradas hojas que las cobijan


27 de noviembre de 2013

Lentisco

...y sobre todo el agreste lentisco, impasible veterano, fiel a todas las estaciones, como un amigo en todas las desgracias; siempre verde como una esperanza sin desengaño.


                                                                                        Clemencia
                                                                                        Fernán Caballero




Es una idea bastante generalizada pensar que la costumbre de masticar chicle (tripas de gato, que decía mi abuela Manuela, asegurando que si nos lo tragábamos las nuestras quedarían irremediablemente pegadas, salvo cirugía que viniese a repararlo), es una más de las invasiones procedentes de los Estados Unidos. Y no les falta parte de razón a quienes así piensan al ser el chicle tal y como lo conocemos hoy un "invento" americano de mediados del siglo XIX. Pero la costumbre de usar gomas de mascar con distintos objetivos ( limpiar los dientes, combatir el mal aliento, calmar la ansiedad o por mero placer) es mas antigua que el chewing gun.


La palabra chicle de hecho proviene del náhuatl refiriéndose a la resina obtenida del árbol manikara zapota que por su sabor dulce era masticada por las tribus de américa central de dónde es originario. En Europa no teníamos ese árbol pero si teníamos lentiscos (pistacia lentiscus), de los que, practicándoles unos cortes en su tronco se obtenía la almáciga, una resina que se usaba  como hoy hacemos con el chicle. 


Alfonso Mateo-Sagasta, en su novela sobre el Siglo de Oro Ladrones de tinta nos habla de este uso: Estaba de charla con Pablo Cimorro, un amigo común que, recién afeitado y con el aliento fresco, parecía a punto de irse mascando una bolita de almáciga. Ya sabe usted que la almáciga es como llaman a la resina de los lentiscos de la isla de Quios, pequeñas lágrimas de color opalino que se ablandan deliciosamente en la boca y cuestan una fortuna.  A la vista de las magníficas descripciones del autor las calles en el Siglo de Oro no debían oler muy bien asi que  no sólo serviría la almáciga para refrescar el aliento, sino también para enmascarar el hedor circundante.


Pese a la abundancia de lentiscos en la península ibérica, nunca ha sido la obtención de la almáciga una actividad habitual, como ocurría en la isla griega de Quios  cuya almáciga  pasaba por ser la de mejor calidad. Si se ha usado como combustible siendo muy apreciado por dar un fuego duradero al ser una madera de combustión lenta. Sus semillas han sido utilizadas para alimentar al ganado (con excepción del vacuno pues merma la calidad de la leche) y para extraer un aceite empleado para alumbrado.

                                                                 

12 de noviembre de 2013

Jaguarzo negro

Los excursionistas aceleraron el paso. La garriga fue transformándose en un encinar ralo en el que abundaba el jaguarzo negro; los olorosos arbustos estaban repletos de cápsulas que ya habían liberado las semillas.

                                                                           Exitus
                                                                           Antonio Pavón



Si identificar una determinada planta es en muchas ocasiones complicado, lo de "elegir" su nombre común tampoco deja de ser un lío. Así, por ejemplo, en el ya mencionado en otras ocasiones sistema de información sobre las plantas de España, anthos, son nada menos que treinta los nombres vernáculos recogidos para nuestra jara de hoy, el cistus monspeliensis. Escoger entre todos ellos el de jaguarzo negro obedece a dos motivos. En primer lugar porque es el que le adjudican en el libro flora y vegetación del Andévalo, que es entre las diversas fuentes que suelo manejar la que geográficamente más se acerca a la sierra. Y en segundo lugar la circunstancia de contar con un texto en el que aparece el jaguarzo negro.


Densamente ramificado con hojas lanceoladas parecidas a la de la jara pringosa, y también como esta  aromática y pegajosa, debe su  nombre a la ciudad francesa de Montpellier. El epíteto de negro posiblemente se deba al verde tan oscuro y profundo de sus hojas.


En las islas de La Gomera y El Hierro se utiliza esta jara en el proceso de ahumado de algunos quesos, lo que les confiere un aroma particular.


30 de octubre de 2013

Jara cerval, jara macho

Todas las comadres acudían con su receta. Las unas, que almendras amargas; las otras, que emplastos de ruda; esotras, que emplastos de jara cerval...Una farmacopea inédita tanto o más extensa que la oficial.
                                     
                                                                                       Mariquita León
                                                                                       José Nogales



La jara macho, cerval o cervuna que por todos esos nombres se conoce es fácilmente reconocible por sus grandes y vistosas flores blancas, por  sus frutos en forma de cápsulas y por sus grandes hojas que por recordar a las de los álamos le dan nombre científico: cistius populifolius.


Si está claro el por qué de su nombre latino, no he logrado ninguna pista que me indique de donde proceden sus apelativos populares. Cerval  y cervuna hacen referencia al ciervo por lo que pienso que tal vez gusten estos animales de consumirla. He intentado averiguar algo al respecto y sí parece que las jaras en general forman parte de la dieta de los ciervos, aunque no están entre sus favoritas por los productos químicos que contienen. Quizás prefieran la menos aromática  jara macho a la pringosa y de ahí el nombre. También se comen los ciervos los frutos de las jaras, contribuyendo a su dispersión al resistir al parecer las semillas la digestión.


En el texto que he elegido (no tenía muchas opciones) hablan de emplastos de jara cerval. Pocas referencias a usos médicos de esta jara he encontrado, pero sí una alusión a su uso para tratar los granos precisamente en la sierra onubense


16 de octubre de 2013

Jara de las cinco llagas

Un delicioso olor, perfume que envidiarían los elegantes de la corte para sus gabinetes, embalsamaba el aire. Diego preguntó a la niña de qué provenía:
- Mi madre - dijo la niña - está encendiendo el horno y serán las cornicabras o la jara que quema. ¿No sabía usted que la jara olía tanto? Y huele tan bien - prosiguió la habladorcilla - porque suda sangre como Nuestro Redentor. Las flores tienen cinco hojas blancas, y cada hoja una mancha colorada y sangrienta, como las llagas del Señor. ¿Las ve usted? - dijo acercándose a Diego y presentándole una flor - ¡Mire usted, mire usted! Cinco son.

                                                                          Una en otra: novela de costumbres
                                                                          Fernán Caballero



Las flores de la jara pringosa presentan en ocasiones una mancha púrpura en la base de cada pétalo, recibiendo el nombre de jara de las cinco llagas ( cistus ladanifer var. maculatus) siendo por lo demás en todo idéntica a la de flores blancas.


Los insectos en algunas cosas son bastante parecidos a los humanos, y del mismo modo que nosotros evitamos entrar en bares que están vacíos y preferimos aquellos con algo de público o incluso rebosando, ellos también prefieren acudir a las flores en las que ya hay otros insectos. Es por ello que muchas plantas tienen manchas en sus flores, que engañaran a un insecto poco observador que pensará se trata de algún  congénere que  ha llegado antes.


En el caso de que sea esta táctica para atraer polinizadores  la que explique la existencia de los dos tipos de flores de la jara pringosa debo quitarme el sombrero ante tan exitosa estrategia ya que, he de confesar, aun sigo buscando insistente pero infructuosamente jaras pringosas de flores blancas (cuyo comentario por cierto tengo escrito desde hace más de dos años), en tanto que los ejemplares de la variante "llagada" son legión.




2 de octubre de 2013

Oruga

Quise por curiosidad saber qué comía y díjome: "Yo soy pobre hombre, como lo que gano, y gano lo que puedo. para vivir mejor. En el bodegón adonde voy, saben ya que me tiene que dar una libreta de carnero merino castrado y para con él una salsa de oruga hecha con azucar. Con esto paso el invierno; que para el verano con una poca de ternera me basta".

                                                                                    Guzmán de Alfarache
                                                                                    Mateo Alemán


La oruga, eruca vesicaria, como los jaramagos, crece en general en terrenos yermos y baldíos y es conocida también como jaramago blanco.


Tiene fama de afrodisíaco  y así  Dioscórides dice comida cruda en gran cantidad, la oruga estimula a lujuria, y el escritor gaditano del siglo I Columela aconsejaba, pese a todo,  reservarle un lugar en el huerto:

                                                     la oruga que no menos estimula
                                                     a la bruta pasión: mas las virtudes
                                                    que a tal vicio acompañan la hacen digna
                                                    de ocupar algún sitio...

Y qué virtudes son estas. Pues según Dioscórides y Laguna tiene propiedades diuréticas y antiescorbúticas; la simiente, bebida, atonta de tal modo que no se sienten los azotes y mezclada con miel es buena para las manchas de la piel.


18 de septiembre de 2013

Hierba cana

En el cuarto del desayuno hallé el canario favorito de mi tía cantando en su jaula. Ella tenía la costumbre de alimentar al pájaro por si misma. Había desparramada  una cierta cantidad de hierba cana sobre la mesa que se encontraba exactamente debajo de la jaula.

                                                                                     La piedra lunar
                                                                                     Willkie Collins


Sus flores amarillas tubulosas se vuelven canas en primavera, de ahí su nombre. El nombre latino, senecio vulgaris, hace referencia al mismo cambio al proceder del latín senescere, volverse viejo. Y también en la antigua Grecia era  conocida como erigeron,  por volverse vieja en primavera.


Desde antiguo se le han atribuido virtudes para problemas menstruales, mejorando los dolores y las irregularidades de la menstruación. Sin embargo su mayor utilidad es como alimento para pájaros y en especial para canarios y jilgueros y que hace que en muchos lugares se conozca como hierba de canarios.


Se trata de una planta ampliamente distribuida y que podemos encontrar en múltiples lugares: parques, jardines, cultivos, terrenos baldíos, orillas de los caminos... y con la particularidad de florecer la mayor parte del año. Tanto es así que uno de los nombres con que es conocida en catalán es hierba de los once meses. Y aunque al canario de la tía de Drusilla Clack en la piedra lunar parece no faltarle la hierba cana, no le ocurre lo mismo al de la fulanilla a la que Maurice Bendrix invita a una copa en El final de la aventura:

Me dijo que tenía un canario llamado Jones, nombre de la persona que se lo había regalado y que era muy difícil obtener hierba cana en Londres. 
                                                                       Graham Greene



21 de agosto de 2013

Mastranzo

                                                                  Por el camino del sueño
                                                                  campo y huerto
                                                                  - ¡Mi campo! ¿Morir sin ti?
                                                                  (Junto a la alberca, el jazmín
                                                                  se enreda al ciprés del huerto)
                                                                  - ¡Mi campo! ¿Morir allí?
                                                                  (Al pie del mastranzo en flor
                                                                  ¿seguirá el agua cayendo?)
                                                                  - ¡Mi campo! ¡Morir en ti!
                                                                  Campo.
                                                                  Campo y huerto,
                                                                   por el camino del sueño.

                                                                                                    Caminante del sueño
                                                                                                    Emilio Prados



El cólera es una enfermedad infecciosa conocida desde la antigüedad que a lo largo del siglo XIX adquiere singular importancia al producirse sucesivas pandemias con origen en el sudeste asiático, región en la que una enfermedad endémica, causantes de una elevada mortandad. Fue durante la tercera de estas pandemias, que entre 1854 y 1855 se cobró en España unas 236000 vidas, cuando el mastranzo (Mentha suaveolens) alcanzó fama como remedio contra este mal.



Cuentan que un pastor, sintiéndose enfermo de cólera, tomó mastranzo con resultados espectaculares, lo que dio lugar a que Madrid se llenase de labradores vendiendo mastranzo y haciendo su agosto. Tanto predicamento debió alcanzar que hasta se publicó un libro titulado Breve y verdadera historia del mastranzo, planta preconizada como uno de los mejores específicos para combatir el cólera morbo  que concluye diciendo: los ensayos oficiales, que del mastranzo se han hecho en Madrid para el tratamiento del cólera, no han producido resultado alguno, ni correspondido a los pomposos elogios, con que se anunció su descubrimiento. Poco le duró la gloria.


Conocida también como hierbabuena de burro comparte con la menta sus virtudes y usos aunque menos utilizada al ser, al decir de la mayoría, su olor poco agradable hasta el extremo de decir Font de Quer que el mastranzo es a la menta lo que una madrastra a una madre. No parece muy de esa opinión Lorca:

                                                          Que las hojitas del mastranzo
                                                          son dulcecitas, ay, de tomar.
                                                          Tatará, tatará, tatará

                                                                                   El maleficio de la mariposa



7 de agosto de 2013

Altramuz peludo

Antonia lloraba siempre como una descosida y luego nos llevaba a un bar a comer gambas o altramuces, según el dinero que tuviera, hasta que se le pasaba el sofocón.
                                                         
                                                                                       El palomo cojo
                                                                                       Eduardo Mendicutti


Ya en dos ocasiones hemos hablado de altramuces al referirnos al azul y al blanco y volvemos hoy con este altramuz peludo, lupinus micranthus, y aún habremos de hacerlo dos veces más  ya que según el sistema de información sobre las plantas de España Anthos, en la sierra de Huelva hay cinco especies de Lupinus, y doy fe de ello, aunque de uno de ellos todavía no tengo foto.


Al igual que el resto de la familia es fácil de identificar por sus características hojas palmeadas con un número variable de foliolos, entre cinco y siete y la espiga de flores, en este caso azules con dos bandas blancas verticales en el estandarte, lo que junto a los pelos que la recubren la diferencia de los otros altramuces.


24 de julio de 2013

Nueza negra

- ¿Qué sustancia puede haber provocado estos efectos? - pregunto, contemplando el ratón y casi deseando que se agite o se mueva.
- Es difícil de decir. En esta época del año, el tejo y la nueza negra son abundantes, y su veneno fácil de extraer.
                                                                                             La profecía
                                                                                             S. J. Parris



La nueza negra (Tamus communis) es una enredadera que al igual que muchas otras plantas renace de sus raíces cada año. El nombre no procede de nuez sino del latín nodiam-nodus, nudo, en referencia a los que forma al propagarse. Lo de negra, para diferenciarla de la blanca es al parecer  por sus frutos oscuros, los cuales yo siempre he visto rojos.


No es un nombre bonito, pero menos afortunada es una de sus denominaciones en francés: hierba de las mujeres apaleadas, lo que pone en evidencia que el problema de la violencia sobre las mujeres no es cosa de hoy en día. Y es que efectivamente se usaban los brotes tiernos rayados en forma de cataplasma para acelerar la desaparición de moratones y cardenales. Según he podido leer en el libro Alimentos silvestres de Madrid estos mismos tallos tiernos son comestibles y muy apreciados.


Es planta con pie masculino y femenino. Las flores que aparecen en las fotos corresponden al pie masculino. Las del femenino son iguales pero sin los seis estambres.


10 de julio de 2013

Escrofularia

Bilbo y Gandalf estaban sentados en una pequeña habitación de Bolsón Cerrado, frente a una ventana abierta que miraba al oeste sobre el jardín. La tarde era clara y serena. Las flores brillaban, rojas y doradas; escrofularias, girasoles y capuchinas, matizaban el césped, y se asomaban a las ventanas redondas.

                                                                               El señor de los anillos
                                                                               J. R. R. Tolkien




Los antiguos romanos llamaban a la inflamación de las glándulas parótidas scrofulae. En castellano sin embargo la conocemos como paperas, derivado de papo que es como se conoce a la parte abultada situada entre el cuello y la barba, quedando el término escrófula, tan sonoro, para designar a un proceso infeccioso que afecta a los ganglios linfáticos, principalmente del cuello, y producido  generalmente por el bacilo tuberculoso.


En las raíces de la escrofularia se forman unos pequeños tubérculos desiguales que nacen de los nudos de la raíz y que al contrario que la parte aérea de la planta permanecen vivos durante el invierno. La similitud de estos tubérculos con las escrófulas es el origen de su nombre, no sólo el popular, también el científico: scrophularia nodosa.


Similia similibus curantur es un latinajo que traducido viene a decir que lo semejante se cura con lo semejante y ha sido uno de los fundamentos de la medicina popular. De ahí que a la escrofularia se le hayan atribuido propiedades para sanar no sólo las escrófulas, sino también el bocio o las hemorroides. Asi decía en el siglo XVI el médico natural de Siena Pietro Andrea Mattioli: sépase que la escrofularia tiene admirable virtud de resolver las escrófulas e igualmente las hemorroides; para lo cual se colecta la raíz lavada y limpia de tierra, se maja con manteca fresca hasta que queden perfectamente incorporadas, y luego, bien encerrada la masa entro dos catinos o escudillas de barro, se deja en los sótanos húmedos durante quince días seguidos; después se funde la manteca a fuego suave, se cuela y se conserva para untar las partes dañadas y, sobre todo, las hemorroides, cuando sea menester-


Las flores de la escrofularia son muy pequeñitas y recuerdan una boca abierta bostezando


26 de junio de 2013

Cuchara de pastor

...una ratonera, una esmeralda, una polea, una sombrerera, un abanico, unas colleras, una cuchara de pastor, un caleidoscopio, un dólar, una vieja kodak, un ovillo de bramante, un fuelle, una bicicleta, un screemshow, un sacacorchos...
                                                                                     El gato encerrado
                                                                                     Andrés Trapiello


Es muy poco lo que ya sea en libros, ya en internet, he podido encontrar de esta planta de floración realmente hermosa; y lo que he encontrado me parece al menos chocante. Tanto es así que me resulta más verosímil que la cuchara de pastor que aparece en esa retahila de cosas del texto de Trapiello corresponda realmente a una Leuzea conifera o Rhaponticum coniferum, que de ambas formas es conocida, ya que no en vano se usa para decorar centros de mesa con flores secas.


En una página de etnología soriana indican que su nombre se debe a que los pastores usaban la alcachofilla  o piña de San Juan (también se llama así) para empapar la sopa y poder de ese modo sorberla con facilidad. No he hallado más referencias a este curioso uso.


En cuanto a su uso para tratar las fiebres de malta son sólo dos las referencias que he encontrado al respecto. En ninguna de las dos indican la fuente y según una lo que se usa son las flores, y según otra las raíces. Aparte me llama la atención que en el Dioscórides no se mencione este uso.


12 de junio de 2013

Ajo porro

En la alcoba, lo primero con que se dio de narices fue con su convidada la Muerte, que estaba sentada a la cabecera de la cama, más seria que un ajo porro.
                                                                             Juan Holgado y la muerte
                                                                             Fernán Caballero



Aunque no lo parezca el ajo porro (allium ampeloprasum var. porrum) que aquí vemos es el mismo puerro que, no se porque razón en manojos de cuatro, compramos en las fruterías, pero en estado silvestre. Su "domesticación" viene de antaño, existiendo ya referencias de su cultivo en el antiguo Egipto, aunque su origen hay que situarlo en el lejano oriente.


Aunque parezca increíble, tan humilde verdura ha alcanzado el honor de figurar en el escudo de un país europeo. En el siglo VI la uniformidad de los ejércitos no debía ser la regla de modo que no sería de extrañar que en más de una ocasión en lugar de cargarte a un enemigo acabases con uno de los tuyos. Para evitar esto San David, que con el tiempo llegaría a ser el santo patrón de Gales, instruyó a los suyos para que en lo alto del casco se pusieran un puerro, distinguiéndose de este modo de los sajones con quienes batallaban. La medida fue al parecer un éxito, y el puerro pasó a ser la verdura emblemática del País de  Gales, en cuyo escudo podemos verla.


En la obra Enrique V, Shakespeare pone estas palabras en boca del capitán Fluellen, recordándole al rey su origen Galés:

Su majestad dice una verdad muy cierta: si su majestad se acuerda, los galeses hicieron un buen servicio en un jardín donde crecían puerros, llevando puerros en sus gorras de lana; que, su majestad sabe, a estas alturas es una honorable insignia por los servicios prestados; y yo creo que su majestad no muestra desprecio a llevar el puerro en el día de San David


El día de San David los galeses lucen en la solapa un puerro o un narciso. Lo del narciso parece ser que es por similitud fonética en su idioma con el puerro, y siempre luce más esta flor que un puerro, de ahí que también haya sido adoptado como símbolo. Pese a todo en las monedas del Reino Unido que llevan motivos propios de sus distintos países las correspondientes a Gales lo que llevan es un puerro (aunque también las hay, más recientemente, con puerro y narciso).