28 de abril de 2011

Albarraz, hierba piojera

Y luego la Dolorida y las demás dueñas alzaron los antifaces con que cubiertas venían, y descubrieron los rostros todos poblados de barbas, cúales rubias, cúales negras, cúales blancas y cúales albarrazadas, de cuya vista mostraron quedar admirados el duque y la duquesa, pasmados don Quijote y Sancho, y atónitos todos los presentes
                                                                                                     Don Quijote de la Mancha
                                                                                                     Miguel de Cervantes


Es el albarraz (Delphinium staphisagria) una planta llamativa, fácil de identificar por sus grandes hojas que recuerdan una mano abierta y sus hermosas flores de color azul, color al que parece aludir Cervantes al usar el término albarrazadas para referirse a las barbas que bajo el antifaz ocultaban la Dolorida y las doce dueñas que la acompañaban.


El apelativo de hierba piojera le viene de uno de sus usos:

entra también en los remedios detersivos de las úlceras, sarna y enfermedad pedicular o de piojos, en cuyo caso se hace polvos, y se esparcen sobre la parte en que anidan estos: o se mezcla con aceyte, o manteca fresca para untar con ello la cabeza; y es una cosa prodigiosa ver como los piojos huyen, muriendo infaliblemente los más torpes y perezosos
Flora española; o Historia de las plantas que se crian en España. José Quer y Martínez 1784



Pero aunque debe ser digno de ver como huyen despavoridos los piojos, más vale andarse con cuidado y caso de verse infestado por tan desagradable bichito, seguir confiando en la permetrina, ya que la hierba piojera es muy tóxica y su ingestión puede producir la muerte por asfixia.

21 de abril de 2011

Nazareno

Nazareno negro
de la pena mía,
ya no hay caramelos
 en tu canastilla,
ni gotas de cera
en mis manos frías.
Nazareno negro,
suéltate la hebilla
para que yo vuelva
 a mis niñerías.
                                                                                   (Una vida menos
                                                                                      por Cerrajería).

                                                                                                        Calle de las sierpes
                                                                                                        Rafael Montesinos

Estando como estamos en plena Semana Santa me ha parecido que lo más adecuado era traer al blog un nazareno (Muscari comosum).


Poca gente ignorará que el término nazareno, entre otras cosas, designa al penitente que vemos procesionar en Semana Santa con un atuendo singular. Lo que no sabrán muchos es que tal uso del término tiene su origen en Sevilla. Inicialmente sólo se llamaba nazarenos a los penitentes de la popularmente  conocida como hermandad de El Silencio , la más antigua de las que procesionan en Sevilla y cuyo nombre completo es Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla, Archicofradía Pontificia y Real de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y María Santísima de la Concepción.


Desde el punto de vista iconográfico se llama nazareno a la representación de Cristo con la cruz a cuestas, y así es la imagén a la que rinde culto la citada hermandad de El Silencio.


Nuestra planta muestra un penacho  de flores moradas en la punta, responsable del nombre popular que recibe. Por cierto que estas flores moradas de la punta son estériles, mientras que las que de manera más salteada se distribuyen por el tallo son fértiles.

16 de abril de 2011

Borraja

Hay una yerba en el campo
que se llama la borraja
Toda mujer que la pisa
luego se siente preñada

                                                                         Romancero general o Colección de romances castellanos
                                                                         Agustín Durán

La creencia en el poder fecundante de ciertos elementos animados o inanimados, tales como plantas, rayos de luna o el aire, se encuentra presente en las tradiciones de muchos pueblos. A una de las plantas a la que le cabe el honor de tamaño poder es a la borraja (Borrago officinalis) hasta el extremo de afirmar una coplilla extremeña: 
si supieran las mujeres
que hierba es la borraja
no harían falta los hombres
que ellas solas se empreñaban


Parece la borraja una planta tímida, a la que la vergüenza hace inclinar la flor hacía el suelo, ocultándonos su belleza. Tal vez esta timidez no sea ajena al sambenito con el que carga.


Poca gente, creo, es capaz de identificar una borraja, pero pocos desconocen la expresión "quedar en agua de borrajas" dicho de algo carente de utilidad, sin importancia.


Lo que muchos ignoran es que se trata de una expresión errónea producto de una confusión por la similitud fonética entre borraja y cerraja. Asi puede leerse en el diccionario de autoridades (1726):
Agua de cerrajas: se llama a la que se saca de la hieba cerraja y que por ser inútil y de ningún provecho se suele decir agua de cerrajas por todo aquello que no tiene sustancia ni valor.


Alguien confundió un día ambas plantas, prosperó el error, y a la borraja tan sólo le quedó esconderse.


10 de abril de 2011

Madreselva

                                                  Madreselvas en flor que trepándose van,
                                                  es tu abrazo tenaz y dulzón como aquél ;
                                                  Si todos los años tus flores renacen...
                                                  ¿por qué ya no vuelve mi primer amor?


                                                                                 Madreselva
                                                                                 Luis César Amadori

Un lay es una composición poética que los trovadores mediavales cantaban acompañándose de un arpa u otro instrumento similar. Se conservan lais de distintos autores, entre otros de María de Francia, que vivió a mediados del siglo XII y de la que se conocen doce lais, uno de los cuales lleva por título La madreselva.


Narra este lay un episodio de la leyenda de Tristán e Isolda. Tristán, que ha abandonado su destierro, se esconde en los bosques en espera de poder ver a su amada. La ocasión se presenta cuando, con motivo de la fiesta de Pentecostés, el rey Marc decide trasladarse con toda su corte a Tintagel. Para llamar la atención de Isolda y que ésta sepa de su presencia, Tristán corta la rama de un avellano que deja en el camino de la comitiva con un mensaje grabado.


Compara la situación de los amantes con la de un avellano y una madreselva fuertemente abrazada al mismo, que pueden vivir largamente de ese modo, pero que si intentan separarlos mueren ambos en breve plazo. Y termina diciendo: "Bella amiga tal ocurre con nos; ni vos sin mí, ni yo sin vos".


Y así será como ya sabemos, que tras morir Tristán fallece al poco, de amor, Isolda. De sus tumbas, al igual que en el romance del Conde Niño, creceran plantas, dos rosales en alguna versión, hiedra y rosal en otras, que se buscaran y permaneceran abrazadas una a la otra eternamente. Tal vez deberían haber crecido en lugar de rosales o hiedras, madreselvas.


Si alguno desea leer el lay La madreselva puede hacerlo adquiriendo el libro Lais de María de Francia en Alianza Editorial, o también puede leer esta preciosa versión del escritor Antonio Rivero Taravillo en su blog Fuego con nieve.

Las fotos, con las acostumbradas reservas, pertenecen a Lonicera implexa

2 de abril de 2011

Agalla de roble

                                               Fuí en pos los lobos que al pastor levaban
                                               Reptandolos a firmes porque a mi dessaban:
                                               Ellos por las mis voçes tres agallas non daban,
                                               Ca por lo que vinieran con recabdo tornaban


                                                                Gonzalo de Berceo
                                                                Aquí escomienza el duelo que fizo la Virgen María
                                                                el día de la Pasión de su fijo Jesuchristo

Volvemos, y no será la última vez, sobre las agallas.


La formación de la agalla supone para el organismo inductor una ventaja, al concentrar en ella elementos nutritivos, proporcionándole a la vez protección frente al ambiente y a posibles enemigos naturales.


No es descartable que también reporte alguna ventaja a la planta, ya que al producirse la agalla el parásito queda localizado, neutralizando su efecto sobre todo el individuo.


En el caso de los robles las agallas se producen en respuesta a la puesta de huevos de cinípidos o avispas de las agallas. Una curiosidad más: el ciclo vital de estos insectos  alterna dos generaciones, una formada por machos y hembras, y otra sólo por hembras que se reproducen por partenogénesis.


En las fotografías diversas fases en la evolución de las agallas de Andricus quercustozae.