10 de diciembre de 2014

Campanillas de otoño

Tonet cogía campanillas silvestres, y formando una corona la colocaba sobre los alborotados pelos de su amiga, riendo al ver cómo se asemejaba a las cabecitas pintadas en los altares de la iglesia del Palmar           
                                                                                                            Cañas y barro
                                                                                                            Vicente Blasco Ibáñez




Parece que el único mérito o la única utilidad de estas campanillas de otoño, leucojum autummale, es adornar los campos con su pequeña presencia durante los meses de otoño, lo cual no es poco pues posiblemente es la estación más pobre en flores. No he encontrado nada referente a esta florecilla salvo la información puramente botánica. Es más, estoy casi seguro que no son estas las campanillas con las que Tonet  le hace una corona a Neleta.



Pero la ausencia de datos no va a evitar que ponga unas cuantas fotos de esta flor en apariencia poquita cosa y con ese aspecto tímido que le da la caída del tallo. Sin embargo todo lo que tiene de sencillo y poco vistoso en el exterior lo tiene de llamativo en el interior. 



26 de noviembre de 2014

Hierba jabonera

Lavaron sus ropas con hierba jabonera y las colgaron de una acacia donde no pudieran engancharse en los espinos si soplaba viento.
                                                                                                           En la frontera
                                                                                                           Cormac McCarthy



Todos sabemos por experiencia propia que si tenemos una mancha de grasa e intentamos quitarla sólo con agua no lo logramos. Sin embargo si usamos jabón la operación será exitosa. Ello es así porque los jabones están compuestos de una parte liposoluble que al poder mezclarse con la grasa permite su disolución, y tiene otra parte hidrosoluble  que le permite disolverse en el agua. Las saponinas son unos compuestos formados por un glúcido (un azúcar) soluble en agua y otro elemento no glucídico liposoluble, es decir se comportan como el jabón y generan espuma al agitarlas en el agua.


La hierba jabonera o saponaria, saponaria officinalis, es rica en saponinas de ahí su nombre y su uso desde antiguo; ya San Isidoro (599-636) en sus Etimologías nos habla de ella y nos dice como recibe también el nombre de hierba lanaria por ser usada para limpiar la lana, y por el mismo motivo, y aunque no lo dice San Isidoro es conocida como hierba de los bataneros.


Para lavar la ropa se usaban las raíces que se dejaban junto con la ropa a lavar en un recipiente con agua durante toda la noche enjuagándose por la mañana.


Y aunque el término officinalis nos remite a aquellas plantas que eran usadas en las boticas, no parece muy oportuno hacer uso, al menos por vía interna, de la hierba jabonera por contener substancias tóxicas. En cuanto a su olor no me he parado a ver si huele bien o no, de modo que no se que opinar de lo que dice Juan Rulfo, sólo decir como ya he dicho en otras ocasiones que para hacer las fotos hay que acercarse, y yo no he notado nada.

Era ese tiempo de la canícula, cuando el aire de agosto sopla caliente, envenenado por el olor podrido de las saponarias
                                                                                    Pedro Páramo
                                                                                    Juan Rulfo



12 de noviembre de 2014

Centaura menor

También aquí hay flores durante todo el año; las hay amarillas, azules, rojas... y hay centaureas, que son unas flores pequeñas muy lindas.
                                                                                                Werther
                                                                                                Wolfgang Johan von Goehe      



Todos sabemos que los centauros son unos seres fantásticos con cabeza y torso de hombre y el resto del cuerpo de caballo. Y aunque pudiésemos pensar que su origen está en alguna aventura de esas raras que se montaba Zeus en las que, cual predecesor de Mortadelo,  adoptaba los más diversos disfraces para engañar a la bella de turno, no es así en esta ocasión, aunque tiene su papel protagonista en la historia. Al parecer un tal Ixión, que alcanzó el perdón de Zeus de los delitos de perjurio y asesinato en la persona de su suegro, lejos de estar agradecido se atrevió a tirarle los tejos a Hera, la esposa de su benefactor. Fabricó Zeus una nube con la forma de Hera para ver hasta donde era capaz de llegar Ixión, y vaya si llegó lejos, tanto que la nube "dio a luz" pero no lluvias, nevadas o granizo sino centauros.


Los centauros en general caen bien, ¡como no, viendo esos apuestos y galantes centauros de la película fantasía que parecen surfistas californianos a los que les iría mejor como banda sonora el Good Vibrations de los Beach Boys que la Pastoral de Beethoven! ¡Y qué decir de ellas, que parecen recién sacadas de una playa hawaiana! Sin embargo los centauros eran seres violentos, brutales, de costumbres bárbaras que se alimentaban de carne cruda. Hay dos excepciones sin embargo, Folo (de quién, al menos hoy no hablaremos) y Quirón, cuyo origen era distinto.


Quirón era hijo de dos dioses, Crono y Filira, hija esta del Océano. No está claro si él adoptó la forma de caballo para engatusarla a ella, o fue ella la que para darle esquinazo se transformó en yegua pero no logró engañar al dios que se metamorfoseo en caballo. Según otra versión lo que ocurrió es que Rea, esposa de Crono, acertó a pasar por la playa donde su esposo se la estaba pegando con Filira, y pillado "en el acto" en lugar de decir "querida, no es lo que parece", optó por tomar la forma de caballo y alejarse al galope. El caso es que nació Quirón: afable, sabio, juicioso, médico, cirujano (de aquí, de Quirón, el origen de la palabra cirugía), amigo de los hombres, educador entre otros de Aquiles, Patroclo, Eneas, Ulises, Jasón y Asclepio.                                  


No tuvo suerte Quirón. Apoyando a Hércules en su lucha contra los centauros, resulta herido por una flecha del héroe. El propio Hércules intentará curar al viejo centauro aplicando hierbas en la herida, de ahí que una de ellas de hermosas flores rosadas recibiera el nombre de centaurium erythraea, nuestra centaura menor. Ninguna hierba sin embargo era capaz de curar la herida, y Quirón inmortal como era, harto de aquella úlcera que no sanaba, renuncia a su inmortalidad y va voluntariamente al reino de los muertos en lugar de Prometeo que logra de ese modo la inmortalidad.


Es planta toda ella de sabor muy amargo, tanto es así que se conoce como hiel de la tierra, y Font de Quer dice que es "poco menos que insoportable"      

29 de octubre de 2014

Orégano

Ella le hablaba de Macondo como el pueblo más luminoso y plácido del mundo, y de una casa enorme, perfumada de orégano, donde quería vivir hasta la vejez con un marido leal y dos hijos indómitos que se llamaran Rodrigo y Gonzalo, y en ningún caso Aureliano y José Arcadio

                                                                                Cien años de soledad
                                                                                Gabriel García Márquez




¿Quién no se ha comido alguna vez una pizza? Pues hoy viene por el blog uno de sus componentes más habituales, el orégano (origanum vulgare) nombre de origen griego y que significa planta que alegra el monte.


El orégano como todas las hierbas aromáticas era muy apreciado en la antigüedad, pero ¿os habéis preguntado por qué eran tan apreciadas? Hoy en día su uso en la cocina tiene como objetivo hacer más sabrosos los alimentos, pero en los tiempos en que las posibilidades de conservar en frío los alimentos, sobre todo las carnes, eran muy limitadas, por no decir inexistentes, las hierbas aromáticas eran verdaderos enmascaradores del sabor que los procesos de putrefacción conferían a los alimentos, la única manera de dar cuenta de un filete sin dar cancha a las náuseas.


Es el orégano planta que no sólo ha pasado a las cocinas sino también al refranero. La expresión más conocida tal vez sea esa que nos advierte que en cualquier asunto no todo es placentero y que en todo proyecto hay sinsabores, dificultades y fracasos. En la literatura aparece profusamente

porque había otros hombres, Mario, y tú lo sabes, que no me faltó dónde elegir, y aún les hay si me apuras, que después de casada no me hubieran faltado proposiciones, y si yo te contase, que éste es el chiste, pero como una es una mujer de su casa, una mujer como debe ser, vosotros a descansar, que eso es lo que explotáis los hombres; la bendición, un seguro de fidelidad, como yo digo, habéis comprado una fregona, una mujer que de dos os saca cuatro ¿qué más vais a pedir? Así es muy cómodo, que, mientras, vosotros, ¡hala! todo el monte es orégano, lo que os da la gana.

                                                                                    Cinco horas con Mario                                                                                                                               Miguel Delibes


Este refrán procedería de uno más antiguo quiera Dios que orégano sea y no se nos vuelva alcaravea, con el que se muestra el temor a que algo que emprendemos se nos tuerza y salga al revés de como lo deseamos.
                                                           Brioso galán mozuelo
                                                           con Tesea os desposasteis
                                                           y en treinta años no acertasteis
                                                           a echar a luz un hijuelo;
                                                          ya podéis ser bisabuelo,
                                                          y os hace padre Tesea.
                                                         ¡Plega a Dios que orégano sea!

                                                                                Letrillas atribuidas a Góngora




15 de octubre de 2014

Siempreviva

...digno de representar la inmortalidad como el laurel, la fuerza como la encina, y la constancia como la siempreviva.
                                                                                      Clemencia
                                                                                      Fernán Caballero


Hasta 92 nombres vernáculos recoge el programa anthos para el Helichrysum stoechas. El elegir como encabezamiento para la entrada el de siempreviva se debe a que es el que más veces aparece referenciado entre los 92.  Otros de los nombres que aparecen tienen un significado similar, como perpetua o amaranto, que no se marchita:

Llorando al casi muerto compañero
en hombros a su choza lo llevaron,
donde lo sepultaron
entre rosas, jazmines, y amaranto,
hasta que las congojas le dejaron.
y vuelto en si, volvió a su usado llanto.
                                          
                                                                                             Égloga de Liseo
                                                                                             Vicente Espinel



Otro de los nombres que se repite mucho es el de manzanilla, con diversos apellidos: de pastor, de campo, burrera, bastarda, de monte...y que también encontramos en la literatura:

Durante un rato, durante una buena parte de la tarde, se preguntó por todos: por los vivos y por los muertos, por los que habían ido a tierras tan lejanas como México o la Argentina, o por los que, más próximos, recordaban el rincón nativo entre las brumas del norte de Europa. Fuimos tomando pastas, café, coñac, manzanilla de monte- agria y fuerte-.
                                                                                     El comité
                                                                                     Jose Antonio Labordeta



Aunque bien pudiera ser que los ejemplos que he puesto hicieran referencia a otra planta pues son varias las que reciben el nombre de siempreviva, de amaranto o manzanilla de monte. Y también pudiera ser que las fotos no fueran de la helichrysum stoechas, sino de la muy parecida helichcrysum serotinum, aunque me inclino por la primera.




1 de octubre de 2014

Altramuz de flor rosada

- Hijo mío; en asunto de trajes, no tengo más que un saquito, donde guardo los altramuces. Si quieres, cógelo; aquí lo tienes.
Y Pinocho no se lo hizo repetir dos veces; cogió inmediatamente el saquito de los altramuces que estaba vacío, y después de haber hecho con las tijeras un pequeño agujero en el fondo y dos agujeros en los lados, se lo colocó como una camisa.
                                                                    Las aventuras de Pinocho
                                                                    Carlo Collodi




Con esta de hoy dedicada al  altramuz de flor rosada (Lupinus hispanicus),  con la que ya cerramos la serie, son  cinco las entradas  que han girado en torno a los altramuces. Nos hemos interesado por sus usos, por costumbres populares, por sus virtudes, por su etimología... ¿nos queda algo de que hablar? Pues sí. 



En Andalucía  (también en Salamanca según me dice Miguel , y sospecho que en más sitios)) a los altramuces se les denomina habitualmente chochos, expresión que por grosera y malsonante mucha gente suaviza en chochitos (no se qué es peor). Y no se llaman así como la mayoría  de la gente piensa (me incluyo entre los malpensados hasta hace apenas un año) por su similitud con la vulva. Ahora veremos el origen, que comparte con palabras tan poco sospechosas como salario, insulso o salitre.


La nómina de nombres vulgares y eufemismos para referirse a los órganos genitales es muy extensa. En general todos estos nombres parten del parecido entre algún objeto con el órgano en cuestión , como en el caso del altramuz cuya hendidura lateral nos recuerda la vulva. La comparación ha sido tan exitosa que el eufemismo prácticamente ha desplazado al original, y cuando decimos chocho pensamos en los genitales femeninos y no en los altramuces (para comprobarlo basta con teclear chocho en google y veréis a qué nos remiten las entradas que aparecen). En algún caso el eufemismo  ha tenido aun más suerte y ha llegado a convertirse en un término culto


Pero no debemos olvidar que antes de ser vulva, el chocho fue y sigue siendo altramuz. La primera acepción del DRAE para chocho nos remite al altramuz, y nos aclara como este término procede del mozárabe sos y éste a su vez del latín salsus, salado, al ser esta la manera tradicional de prepararse los altramuces.


17 de septiembre de 2014

Cardo estrellado

Ella le respondió que eso no era cierto, aunque había mucha gente que creía en esa leyenda, y otras semejantes y que la criada Antonia, por ejemplo, muy aficionada a curarse ella misma con infusiones y pócimas preparadas en casa, estaba convenida de que el cardo cuco era bueno para bajar la fiebre, una creencia de la que ella no consiguió hacerla desistir, por más que le explicó muchas veces que aquella opinión no se podía sostener de ningún modo desde el punto de vista científico, al contrario de lo que sucede con la hoja del cardo estrellado, que esa sí, tomada en infusión, puede bajar algunas décimas la temperatura.

                                                                 Dios sentado en un sillón azul
                                                                 Carlos Casares



Ya he dicho en otra ocasión que gran parte de lo que en su día estudié ha caído en el olvido, y el latín (porque yo estudié latín) no podía ser menos, y apenas si recuerdo las terminaciones del singular de la primera declinación. Tal vez  por eso me ha resultado muy extraño leer que el nombre latino del cardo estrellado o calcitrapa, centaurea calcitrapa, deriva del latín caltrops terminación esta que me suena poco latina. Y calcitrapa querría decir algo así como trampa para los pies.


Y ¿qué era un caltrop? Pues algo así como una mina anti-persona pero de la época romana, un artilugio formado por cuatro púas dispuestas de tal manera que una de ellas siempre quedaba apuntando hacia arriba mientras que las otras tres le ofrecían una base estable y, que esparcidas por el campo de batalla, causaban estragos en las pezuñas de caballos, elefantes o en los pies de la soldadesca. Podéis ver aquí uno de esos artefactos, también conocidos, al igual que nuestra planta, como abrojos.


Lo de abrojos es más sencillo. En la antigüedad el uso de calzado era casi un lujo y los campesinos no podían permitírselo, de modo que acostumbraban a ir descalzos por el campo, con todo lo que ello implicaba de heridas y enfermedades transmitidas a través de las mismas, sobre todo si topabas con plantas como nuestro cardo de hoy, de ahí la advertencia: aperi oculos ¡abre los ojos!


Las brácteas de este cardo terminan en una espina, el conjunto de las cuales si las vemos desde arriba semejan una estrella de ahí el nombre popular de cardo estrellado, pero ¿de dónde garbanzo del cura? Por más que lo he buscado no he encontrado referencias respecto al origen de  tan curioso nombre.


Aparte de como febrífugo, tal y como aparece en el texto del encabezamiento, se ha usado como diurética, para curar heridas y para los cólicos nefríticos.



27 de agosto de 2014

Tomillo blanco

A punto estuvo de arrollar a uno de los perros fugitivos. Se había agazapado en una mata de tomillo blanco y habría pasado de largo de no ser porque el perro se amilanó en el último momento y salió disparado.

                                                                                     Ciudades en la llanura
                                                                                     Cormac McCarthy



Pese al dicho italiano de traduttore traditore, no me gustan las versiones originales, ni en cuestión de cine ni cuando se trata de literatura. Por un lado mis conocimientos de inglés dan para lo que dan (del resto de idiomas ni idea) y por otro cuando voy al cine pretendo pasar un rato agradable y el estar pendiente de imágenes, lo que dicen en otro idioma y subtítulos, tal vez por falta de costumbre, hace que no atienda bien a uno u otro amén de resultarme trabajoso. En esta ocasión sin embargo he buscado el texto original de Ciudades en la llanura, pues me ha llamado la atención que el perro se ocultase en un tomillo blanco (Thymus mastichina) del que dice la guía de árboles y arbustos de la península Ibérica y Baleares que es una "mata o arbustillo de hasta 50 cm", más acorde con la fábula de Iriarte:

                                       Yo leí, no se dónde, que, en la lengua herbolaria
                                       saludando al tomillo la hierba parietaria,
                                       con socarronería le dijo de esta suerte
                                       "Dios te guarde, tomillo: lástima me da verte;
                                       que aunque más oloroso que todas estas plantas,
                                       apenas medio palmo del suelo te levantas."

                                                                                Fábulas literarias
                                                                                Tomás de Iriarte



o el relato de Fernán Caballero:

El tomillo de tan poca apariencia, tan pobre y tan mezquino de hojas y tan rico y pródigo en fragancias.
                                                                     
                                                                               Clemencia
                                                                               Fernán Caballero




Y me encuentro con que el original no dice nada de tomillos, sino que dice hidden in a clump of greasewood, oculto en una mata de greasewood, nombre éste que según leo en inernet  reciben diversas plantas propias sobre todo de las regiones desérticas del oeste de los Estados Unidos. Como no soy traductor ignoro por qué motivo el de este libro ha decidido cambiarnos el greasewood por un tomillo, y además blanco, en lugar de dejarlo tal cual con una nota al pie de página.


El tomillo blanco es muy apreciado por su olor que lo lleva a ser usado ya como condimento ya como perfume


13 de agosto de 2014

Ruda

                                                    Y me recetó que hincao
                                                    en un trapo de la viuda
                                                    frente a una planta de ruda
                                                    hiciera mis oraciones,
                                                   diciendo "no tengas duda,
                                                   eso cura las pasiones"
                                                   A la viuda en cuanto pude
                                                   un trapo le monotié;
                                                   busqué la ruda y al pié
                                                   puesto en cruz, hice mi reso;
                                                   pero, amigos, ni por eso
                                                   de mis males me curé.
                                                                                     La vuelta de Martín Fierro
                                                                                     José Hernandez



No se si  debería solicitar cita con un otorrino, pero es que en todos los libros y páginas de internet en que he leído sobre la ruda (ruta graveolens) hablan de su intenso olor (bien es verdad que no se ponen de acuerdo en si es agradable o no) y también su apellido científico hace referencia a su olor profundo. Y yo no he notado nada, y no es que no me acerque, que para hacer las fotos hay que arrimarse. Y ya metidos en médicos también a un oftalmólogo, no sea que sufra de daltonismo y no lo sepa, pues también dicen los libros de la ruda que sus hojas son de un color verde-azulado, y no voy a negar que tiene un curioso color verde, pero yo lo del azul no acabo de verlo.


Hay otra cosa que dicen los entendidos y que tampoco he observado, aunque en esta ocasión debe ser que no he prestado suficiente atención, y no se a qué especialista solicitarle cita para esto (y tampoco es plan, que a este paso me voy a pasar toda la vida de médicos y no voy a tener tiempo de disfrutar de las cosas  que me gustan). A lo que iba: todas las flores de la ruda tienen cuatro pétalos salvo una que tiene cinco. Los frutos de igual modo constan de cuatro valvas salvo uno que muestra cinco (en una de las fotos si se aprecia este detalle)


Desde la antigüedad se le atribuyen múltiples  y variadas virtudes, desde ahuyentar brujas y espíritus maléficos, hasta fortalecer los capilares sanguíneos, pasando por proteger del mal de ojo, disuadir a los insectos de picarnos, aliviar los dolores articulares, calmar los retortijones o para proteger del ataque de zorros y gatos a las aves de corral rociándolos con su zumo.


Sí esta comprobado que tiene efectos sobre la musculatura uterina, lo que explicaría sus usos tradicionales para los dolores menstruales, favorecer la menstruación o provocar el aborto. Y para otros "desordenes uterinos":

Diferente le sucede a esotro pobre y casado, que vive en esotra casa más adelante, que después de no haber podido dormir desde que se acostó, [ ] ahora que se iba a trasponer un poco, le ha tocado a rebato un mal de madre de su mujer, tan terrible, que no ha dejado ruda en la vecindad.

                                                                                                 El diablo cojuelo
                                                                                                 Luis Vélez de Guevara

y es que el mal de madre no era sino otra manera de llamar a la histeria.


30 de julio de 2014

Cantueso pedunculado

porque no vamos a bodas, sino a rodear el mundo y a tener dares y tomares con gigantes, con endriagos y con vestiglos, y a oír silbos, rugidos, bramidos y baladros; y aun todo esto fuera flores de cantueso si no tuviéramos que entender con yangüeses y con moros encantados.
                                                                                       Don Quijote de la Mancha
                                                                                       Miguel de Cervantes


Las fotos que ilustran la entrada de hoy pertenecen al cantueso pedunculado, lavandula stoechas subsp pedunculata o lavandula pedunculata, también conocido cantueso de pezón largo y que se diferencia del anterior, en que el pedúnculo carente de hojas por debajo de la espiga floral es extremadamente largo, varias veces la longitud de la espiga, en tanto que en el cantueso que vimos anteriormente este pedúnculo era de una longitud inferior a la espiga.


En el texto que encabeza la entrada de hoy al igual que ocurría en el que cerraba la de hace unas semanas usa Cervantes la expresión ser flor de cantueso que  dicho de algo equivale a catalogarlo de menudencia, de cosa sin importancia. No sólamente Cervantes la usa, también Galdós en sus Episodios Nacionales:

Pero sea lo que quiera, ello es que entonces andaban a la greña, sin atender al formidable enemigo que por todas partes nos cercaba. Y aquel era enemigo, lo demás es flor de cantueso.
                                                                                              Gerona



El cantueso como tantas plantas ha sido utilizado en la medicina popular para la preparación de muchos remedios, en especial para tratar heridas y llagas, pero para lo que principalmente se ha usado es, por su agradable olor, para perfumar, colocando las flores secas dentro de bolsitas que introducidas en armarios no solo aromatizaban la ropa sino que también ahuyentaban a las polillas. Bueno, y también para perfumar lugares más amplios que un armario o un cajón:

En estos días de verano cuando el cantueso tapiza de morado las laderas de la sierra, al romper el alba los devotos siembran de flores olorosas de cantueso las losas de la iglesia. El aire se llena de penetrante aroma.
                                                                                         Doña Inés: historia de amor
                                                                                         Azorín