22 de noviembre de 2016

Serapia parviflora

La madre recordó de inmediato la noche en que su difunto la rondó con sesenta violinistas vestidos todos de capitanes de navío
- Cantó una romanza con las manos juntas en el corazón, y al final yo salí y le tiré una orquídea que él se llevó a los labios, mientras los músicos tocaban detrás un vals y se movían como las olas.

                                                                                             Juegos de la edad tardía
                                                                                             Luis Landero


Dije en una ocasión anterior que mi impresión era que las orquídeas no están muy representadas en la sierra de Aracena, pero tal vez deba rectificar y asumir que si se ven poco es porque hay que ir muy despacio, muy atento y con la cabeza muy gacha. Así fue como encontré un par de ejemplares de esta serapia parviflora que debido a su color y a que apenas levanta un palmo del suelo pasa desapercibida entre la exuberante vegetación primaveral.


Las hembras de las abejas solitarias construyen sus nidos en agujeros hechos en el suelo y los machos es frecuente que entren en ellos a pasar la noche. Los tépalos de las serapias están soldados formando una estructura tubular de la que cuelga la porción distal del labelo como si fuese una lengua, imitando los nidos de estas abejas. Los machos, confundidos, entrarán en las flores buscando un sitio en dónde dormir, siendo lo normal que no se queden en la primera que entran sino que van probando hasta que encuentran acomodo, llevándose en cada visita polen adherido.


En las frías horas del amanecer las flores de las serapias mantienen en su interior una temperatura unos tres grados por encima de la temperatura ambiental lo que también atrae a las abejas y otros insectos. En días muy fríos o lluviosos no es raro que busquen refugio también durante el día.


Aunque como hemos comentado en entradas anteriores las orquídeas producen dos tubérculos que por su similitud con los testículos les dan nombre, hay especies que sólo producen uno y otras como las serapias que pueden tener hasta cinco.



8 de noviembre de 2016

Zumaque

Se adentraron en un estrecho sendero, entre altas matas de zumaque, y quedaron instantaneamente envueltos en las tinieblas. Huck fue avanzando y acortando la distancia, pues ahora no podían verle de ningun modo.
                                                                                        Las aventuras de Tom Sawyer
                                                                                        Mark Twain



Al proceso de tratar la pieles de los animales para evitar que se pudran y aumentar su flexibilidad haciéndolas de este modo aptas para su uso es a lo que denominamos curtir, y al resultado cuero. Son varias las operaciones a las que se somete la piel en este proceso y una de ellas es la aplicación de sustancias vegetales o minerales que reaccionan con las proteínas de la piel formando compuestos más estables resistentes a la putrefacción.



Una de las plantas tradicionalmente usadas para curtir era el zumaque, de ahí que sea frecuente que la encontremos en las afueras de las poblaciones, donde por su utilidad era plantado. Su nombre científico ya alude a su uso: Rhus coriaria. En cuanto al vernáculo proviene del árabe y significa rojo, por el color de sus frutos.


Lo que le proporciona al zumaque, y a otras plantas, su propiedad de curtir son unos compuestos denominados taninos (del inglés tan, curtir) y que  hoy en día suenan más por los vinos que por otra cosa. Los taninos son sustancias astringentes, es decir que en contacto con la lengua  provocan sensación de amargor, aspereza y sequedad, y que las plantas usan como mecanismo de defensa contra los herbívoros evitando que coman una excesiva cantidad o provocando incluso su rechazo. También las frutas, y más cuando aun no están maduras, suelen tener altas concentraciones de taninos sobre todo en la piel para evitar ser comidos y facilitar de ese modo la supervivencia de la especie. Es más, he leído que algunas acacias no sólo incrementan la producción de taninos cuando son "atacadas", sino que  son capaces de "comunicarse", "avisando" a otras acacias  para  que aumenten su producción antes de "sufrir el ataque".


En oriente, de dónde es originario el zumaque, se usan sus frutos reducidos a polvo para aderezar los pinchitos o el kebab, y se tienen noticias de que los romanos lo usaban como acidulante, a la manera en que actualmente utilizamos el vinagre o el limón.


Otro de sus usos tradicionales ha sido para tintar de distintos colores según la parte de la planta utilizada: rojo (las raíces),  marrón, gris o negro (los frutos) o amarillo verdoso (las hojas y las ramas jóvenes).


La mujer aceptó el trabajo cuando le transmitió qué quería, pero indicó que convenía teñir el paño de un color natural indescriptible antes de cortarlo. Las raíces de la planta rubia darían matices rojos, pero con sus cabellos la haría destacar como un faro. El centro de madera de roble daría gris, pero después de su dieta de negro el gris le parecía deprimente. La corteza de arce o de zumaque virarían al amarillo o el naranja, colores muy frívolos. Tendría que ser marrón.
                                                                                              El médico
                                                                                              Noah Gordon