10 de enero de 2013

Cardo ajonjero

En aquella época no llevaban nombres puestos a la ventura, sino nombres significativos de sus más egregias cualidades por donde sólo con mentarlas se puede colegir lo que valían. Entonces no se llamaba Doña Sol una fea, ni Blanca una negra, ni Dolores una regocijada, ni Rosa la que olía mal o era áspera como cardo ajonjero.
                                                                             Cuentos diálogos y fantasías
                                                                             Juan Valera



Aunque el texto de Juan Valera nos podría dar pie para hablar de los nombres y de qué opinaría un autor aficionado a nombres sencillos, como Pepita Jiménez o Juanita la larga, de los nombres usados hoy, a donde me han llevado el cardo ajonjero (Carlina gummifera) y la planta que veremos en la próxima entrada es a palabras tales como silvestrismo, cimbel, parany, ajonje o liga.


La palabra silvestrismo no está recogida en el DRAE, de modo que he buscado por la web una definición y, que me perdonen los silvestristas que puedan estar leyendo estas lineas, la definición más clara y estructurada que he hallado es la que da la Sociedad Española de Ornitología, (SEO), y los silvestristas y la SEO no deben llevarse bien. Dice la SEO que el silvestrismo es la captura de jilgueros, verderones, verdecillos, pinzones, canarios o pardillos para su adiestramiento para el canto, cría en cautividad e hibridación con otras especies.


La práctica del silvestrismo esta regulada por ley y controlada por las federaciones de caza, aunque no esta permitido en todas las comunidades. Según he podido leer en la página de la Federación Española de Caza, están permitidos dos métodos de captura: la red abatible y el arbolillo con liga de ajonje.


En el caso del cardo ajonjero lo que se usa para obtener el ajonje son las cabezuelas, despreciando hojas y raíces. Se colocan en el centro de un paño que es retorcido entre dos personas, prensando de este modo las cabezuelas que liberan una sustancia viscosa: el ajonje.

En la próxima entrada seguiremos hablando de la liga y el ajonje.

5 comentarios:

José Manuel Gavilán dijo...

Hola Joaquín.
Bonita entrada de esta bonita flor. La cita de mi paisano, muy apropiada.
Un abrazo desde Doña Mencía.

Jesús Dorda dijo...

Siempre me ha llamado la atención que la cría de aves "de jaula" que en otros países es una afición de personas con cierto nivel, podríamos decir que "científico", en España ha estado más relacionada con los mercadillos tipo rastro, pilluelos que cazan a la orilla del río y paisanos que apilan jaulas en un rincón del corral, cuando no entre las macetas de flores de la terraza.
Eso, y sobre todo por la frecuencia del furtiveo, es por lo que no son bien vistos por las socidades ornitológicas, mientras que en Alemania, por ejemplo, se han dedicado a ello científicos y ornitólogos ilustres. Konrad Lorenz, por ejemplo.
¡Ah! que iba la cosa de plantas... Es que me he dejado llevar por el recuerdo de la venta de liga, jilgueros y verdecillos en el Rastro madrileño.

Sill Scaroni Photography dijo...

Increible la variedad de las flores que existen.
Me gustó mucho el post, Joaquín!

Unknown dijo...

Hola,sobre el furtiveo, debo comentar que la persona que "enjauló" el gallo bankiwa,antecesor de todas las gallinas que ahora comemos,hoy seguramente también sería furtivo y una buena forma de conservar las especies es criándolas en cautividad.Si yo fuera autoridad,facilitaría este tipo de cría,en debidas condiciones,dando gusto a los criadores de aves y,al propio tiempo,se evitaría la extinción.Tal es el caso también del Cardenalito de Venezuela que se cría abundantemente en Europa.Respecto a los vegetales,me dan gusto por lo que sirven de alimento y cobijo para los pájaros.

Unknown dijo...

Pocos progresos ha habido en la Tierra que no hayan sido entorpecidos por las Autoridades.

Publicar un comentario