4 de septiembre de 2017

Celidonia

Solíamos poner flores aplastadas en los libros - digo - Sukey y yo, cuando era joven. 
Siempre lo hicimos pensando en hacer un dibujo, pero nunca llegamos a hacerlo. Y años después encontré las celidonias y los nomeolvides secos y aplastados, las violetas y los ranúnculos guardados entre las páginas de la vieja colección de novelas de la señora Radcliffe que tenía mi padre.

                                                                                         Elisabeth ha desaparecido
                                                                                         Emma Healey


El nombre de esta planta, chelidonium majus, viene directamente de khelidon que es como los griegos llamaban a las golondrinas. Y esta relación se ha mantenido no solo en el nombre científico, también en los populares: hierba de las golondrinas, golondrinera, flor de la golondrina...En cuanto al motivo de esta relación hay dos versiones.


Para algunos la denominación  pondría de manifiesto la circunstancia de producirse su floración coincidiendo con la llegada de las golondrinas. No me convence mucho esta explicación pues supongo que son muchas las plantas que florecen más o menos al tiempo que vuelven las golondrinas.


Me parece más plausible la que deriva de una costumbre observada en las golondrinas y que ya relataba Dioscórides en el siglo I, consistente en frotar con el jugo de la celidonia los ojos de sus crías provocando de ese modo, por efecto del látex, la disolución de las membranas oculares y permitiendo la visión( no he logrado confirmar si realmente las golondrinas hacen esto). Que en la antigüedad y en base a esta observación se recomendase su uso en padecimientos oculares es a todas luces lógico. Ahora bien que en pleno siglo XXI te topes en internet con gente que dice que es maravillosa para la degeneración macular, las retinopatías o las cataratas es incalificable.


Como ocurre con muchas otras plantas con látex, éste ha sido ampliamente usado para tratar callosidades y verrugas, y en muchos lugares se conoce como hierba verruguera. No se me ocurre mejor final  que este:

El viento se mide, de olmo a olmo, por lo que tardan en estremecerse las hoja cimeras que bordean el espacio del claro. Dulce ruido ininterrumpido, música de las esferas invisibles; más se bandean y doblan las ramas según corren despacio o aprisa los vellones de las nubes claras. Prímulas, vincapervincas, campanillas, un cardo; primaveras, amarillas; verónicas, azules; celidonias, que quitan las verrugas y dan vista a las golondrinas; ortigas, blancas.
                                                                                                      Yo vivo
                                                                                                      Max Aub



2 comentarios:

Miguel García dijo...

El uso para quitar las verrugas está bastante extendido, al menos por lo que yo he podido observar; no es raro ver la marca naranja intenso de su látex sobre la piel de aquellos que padecer de verrugas; aunque, según cuentan, lo mejor es madrugar y acudir al lugar donde crece para aplicarse el jugo de la planta cuando aún ésta está mojada por las gotas del rocío de la mañana.
Un abrazo,

Ela dijo...

Beautiful plants !!
Greetings

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