18 de septiembre de 2013

Hierba cana

En el cuarto del desayuno hallé el canario favorito de mi tía cantando en su jaula. Ella tenía la costumbre de alimentar al pájaro por si misma. Había desparramada  una cierta cantidad de hierba cana sobre la mesa que se encontraba exactamente debajo de la jaula.

                                                                                     La piedra lunar
                                                                                     Willkie Collins


Sus flores amarillas tubulosas se vuelven canas en primavera, de ahí su nombre. El nombre latino, senecio vulgaris, hace referencia al mismo cambio al proceder del latín senescere, volverse viejo. Y también en la antigua Grecia era  conocida como erigeron,  por volverse vieja en primavera.


Desde antiguo se le han atribuido virtudes para problemas menstruales, mejorando los dolores y las irregularidades de la menstruación. Sin embargo su mayor utilidad es como alimento para pájaros y en especial para canarios y jilgueros y que hace que en muchos lugares se conozca como hierba de canarios.


Se trata de una planta ampliamente distribuida y que podemos encontrar en múltiples lugares: parques, jardines, cultivos, terrenos baldíos, orillas de los caminos... y con la particularidad de florecer la mayor parte del año. Tanto es así que uno de los nombres con que es conocida en catalán es hierba de los once meses. Y aunque al canario de la tía de Drusilla Clack en la piedra lunar parece no faltarle la hierba cana, no le ocurre lo mismo al de la fulanilla a la que Maurice Bendrix invita a una copa en El final de la aventura:

Me dijo que tenía un canario llamado Jones, nombre de la persona que se lo había regalado y que era muy difícil obtener hierba cana en Londres. 
                                                                       Graham Greene



2 comentarios:

Montse dijo...

Preciosas fotos le has hecho a la hierba cana! Yo la he visto muchas veces, es de esas herbáceas poco vistosas que pasan desapercibidas.
Un abrazo, Joaquín!

José Manuel Gavilán dijo...

Hola Joaquín.
Buen documento y no menos buenas fotos.
Siempre se aprende contigo. Buen trabajo.
Un abrazo desde Doña Mencía.

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