¿Qué buscas entre las piedras?
Yo busco los nazarenos,
la flor de los conejitos
y la yerba jabonera
El alba del alhelí
Rafael Alberti
Una flor llamativa por su colorido, y que al menos a mi me resulta simpática, con esa especie de casco cubierto de finos pelillos. A alguien las flores de este
Lamium amplexicaulae le debió recordar a un conejo, de ahí que se conozcan como conejitos (
ya sabemos que no es la única ). También es conocida como ortiga muerta u ortiga mansa, por recordar las hojas a las ortigas pero estar desprovistas de esos pelillos tan irritantes.
En cuanto al nombre científico no me aclaro con el Lamium. Dejando a un lado las teorías que lo hacen derivar de las lamias (una especie de brujas robaniños de la mitología clasica), hay quién dice que procede del griego boca abierta, otros que de ciénaga y otros que de cuello. Puesto a decidir me convence más esta última. Amplexicaulae, que abraza el cuello, por cómo las hojas rodean al tallo.
Y si amplexicaulae es un "palabro" extraño, que me dicen de cleistogamia. Se trata de un método de reproducción usado por algunas plantas, entre ellas nuestros conejitos de hoy. La planta produce dos tipos de flores unas digamos que normales y otras que no llegan a abrirse y que se autopolinizan. De este modo la planta puede reproducirse en épocas en que los insectos polinizadores escasean, aparte de que supone un ahorro considerable de recursos ya que las flores cleistogámicas no se desarrollan completamente.
Ya metidos en harina, otro "palabro": mirmecocoria. Se llama así a la dispersión de las semillas de una planta por las hormigas. En ocasiones la semilla sirve de alimento a la hormiga que la acumula con este fin, pudiendo germinar antes de ser consumida. En otros casos, como sucede con nuestra planta de hoy, la semilla tiene un apéndice e xterno, llamado eleosoma, compuesto por sustancias nutritivas atrayentes para la hormiga y que serán el "premio" que reciba por contribuir a la dispersión de la planta.
Al parecer tanto las raíces como las hojas se pueden consumir
Hoy, después de comer, he dado un gran paseo por el bosque. He conseguido reunir algunas labiadas, ortigas muertas, la consuelda menor, la germandria silvestre. Mientras hacía mi recolección, oí el trote de un caballo. Era él, que llevaba un manojo de hierbas y de flores en la mano.
Rolando
Esteban Enaut