Giró a la derecha del camino principal para tomar un estrecho sendero. Pasó junto a algunas viboreras y atropa belladona, junto a cola de caballo y artemisa, y se detuvo de vez en cuando para tocar levemente las flores y susurrar algo.
Mr. Holmes Mitch Cullin
No tengo dudas respecto a que las flores que ilustran esta entrada son de viborera, ahora bien no estoy muy seguro de la especie, aunque pienso que lo más probable es que se trate de Echium plantagineum. Las semillas, triangulares, recuerdan la cabeza de una víbora, y de ahí el nombre, y de ahí Echium (del nombre griego de la víbora), y de ahí que en épocas se le haya atribuido la virtud de proteger frente a sus picaduras.
Casi me olvido de decir que lo de plantagineum es por el parecido de la roseta de hojas basales a las del plantago
El campo era un tapiz de tonos bermejos, entre los que lucía la hierba viborera, moradas las flores chiquitinas, las humildes verónicas solitarias en los rinconcitos, tempranera, de corola pequeñita y rayas de oscuros tonos.
Diario íntimo: la novela de la vida de un hombre Eugenio Noel
Muy guapas, llenas de detallazos.
ResponderEliminarUn abrazo Joaquín
Me encantan las viboreras su color y su forma. Besos.
ResponderEliminarAhora se ven muchas viboreras en los caminos. En cuanto a si es una especie u otra no sabría decirte, yo sólo conozco la "vulgare" que a veces está en esa tonalidad algo más rojiza.
ResponderEliminarPreciosas fotos y un texto del que siempre se aprende.
Besos.
Preciosas viboreras. Ni idea del nombre científico. Ahora el campo está en algunos sitios alfombrado con ellas.
ResponderEliminarSiempre llamativas las floraciones de viboreras. Hay años que las floraciones son muy extensas y espectaculares. Saludos desde Susurros de Monte.
ResponderEliminar