Salma cerró el libro y lo puso a un lado. Tenía que comprobar la tinta que había preparado el día anterior. Entró en el área que todos llamaban "la cocina" donde había botes de tinta en diferentes etapas de preparación. La tinta de hierro tardaba varias semanas en estar lista, pero era importante agitar la mezcla cada día. Cogió una espátula y removió su propia olla. El olor era espantoso. No sabía si era por el vinagre o la gallarita amarga que contenía, pero algo olía a rancio.
El anillo de fuegoJoan Fallon
Bueno, esta agalla de escaramujo no se ha usado para la elaboración de tinta que yo sepa, pero no he encontrado ningún texto que use el término bedegar, que es su nombre. Y mira que es bonito el nombre.
Como otras agallas que ya hemos visto, la produce una avispilla, un cínipido y como es costumbre en esa familia de nombre rebuscado: Diplolepis rosae.
Dejo unas cuantas fotos en las que se ven las agallas en distintas fases. No he abierto ninguna, pero he leído que por dentro esta formada por distintas cámaras cada una de las cuales alberga una larva
Se han usado para la alopecia. Es fácil sospechar por qué viendo alguna foto
Buen reportaje, la agalla de comienzo a fin.
ResponderEliminarUn abrazo,
Magnífica tu serie fotográfica de la agalla, es impresionante. Nunca he visto ninguna del escaramujo, sí del rosal.
ResponderEliminarMuchos besos.