Tras las lluvias de mayo El Curto ofrecía esta mañana un ameno aspecto ajardinado, como no es frecuente ver en los montes de encina: sobre una base de fino césped, un tapiz floral inusitado: chiribitas, ardiviejas, cantuesos, lenguas de buey ¡hasta amapolas! Nunca vi tantas variedades de flores en un sardón en esta época del año
El último cotoMiguel Delibes
El nombre de ardivieja, que no se de dónde vendrá, se aplica a diversas plantas pero sobre todo a los Helianthemum palabra de la que si sabemos el origen: del griego helios, sol, y del también griego anthos, flor. Y es que esta pequeña flor, como otras de las que ya hemos hablado, tiene fototropismo, se orienta según el sol.
Hoy voy a escribir poco, pues pocos datos he recabado de esta flor. No me atrevo ni a ponerle un apelido a Helianthemum. Ya advierten en flora ibérica que la distinción entre los distintos taxones puede ser muy compleja
Muy bonita, por aquí hay muchas de ella. Besitos.
ResponderEliminarBonito ese tapiz floral del que habla Delibes y bonita esta Ardivieja, no la conozco.
ResponderEliminarMuchos besos.