Aroma, rastro y penumbra.
Aire, tierra y soledad.
(La escala llega a la luna)
Nocturno
Federico García Lorca
Debo confesar que la mayoría de las cosas que aprendí en el colegio las he olvidado. Recuerdo bien cosas de geografía, de historia o de literatura, pero creo que es más debido al hábito lector que a la educación recibida. Pero que no me pregunten por tiempos verbales, sintagmas o las proposiciones subordinadas, ni por el peso atómico de los elementos, la formulación, las reacciones químicas, cómo se halla el área de un pentágono o cómo se crea un campo magnético. En algún momento de mi vida he resuelto raíces cuadradas, problemas con senos cosenos y tangentes, he empleado tablas de logaritmos o he manejado integrales, pero en la actualidad apenas si salgo de las cuatro reglas. Todo esto viene a que gracias al hinojo he recuperado algo que en algún momento debí saber: las homonimias y las polisemias.
Y es que el hinojo, foeniculum vulgare, no tiene nada que ver con caer de hinojos. Son palabras con distinto significado y distinto origen: homónimas. Si el origen fuese el mismo estaríamos ante una polisemia: distintos significados con un mismo origen. El hinojo de arrodillarse procede de genuculum, diminutivo de genu (rodilla), que tras pasar por yenojo acabaría siendo inojo:
ant'el rey Alfonso los inojos fincados
besan la tierra e los pies amos:
-¡Merced, rey Alfonso, sodes tan honrado!
Por mio Cid el Campeador todo esto vos besamos
Anónimo
Poema del Mio Cid
Nuestra planta en cambio deriva del diminutivo de heno fenuculum y por contaminación del "hinojo rodilla" acabó en hinojo en lugar de "henojo" como posiblemente hubiese sido más natural.
En italiano hinojo, finocchio, si es palabra polisémica pues aparte de designar a nuestra planta significa también maricón. El por qué de este significado lo encontramos en la costumbre, bárbara costumbre, de en los autos de la inquisición italiana envolver en hinojo a los homosexuales que iban a ser quemados, para prolongar de este modo llamas y sufrimiento.
Pero quedémonos con otros usos del hinojo: el bulbo de algunas variedades como la florentina, de sabor dulce, son usadas como verdura; las semillas, con un aroma similar al anís, son ampliamente usadas como condimento; también para perfumar el aliento; para aromatizar quesos se usan tanto las semillas como las hojas; y los tallos se usan para atravesar las deliciosas berenjenas de Almagro.
Es interesantísimo lo que cuentas y además lo cuentas con mucha gracia. Yo tampoco recuerdo la mayoría de las cosas que aprendí, jajaja
ResponderEliminarMe han gustado mucho estas fotos de las umbelas del hinojo.
Un abrazo, amigo Joaquín!