- ¡Vaya con los automóviles esos! - dijo la señorita Pym, mientras iba hacia el escaparate a echar un vistazo y volvía, con una sonrisa de disculpa y las manos llenas de flores de guisante, como si fuese la culpable de todos esos automóviles, de todos esos neumáticos de automóvil.
La señora Dolloway
Virginia Woolf
Debo confesar que cuando comprobé que las fotos correspondían a un guisante (
Piseum sativum) me quedé muy sorprendido. Uno espera encontrar guisantes en el mercado, en las latas o en la paella pero no cuando va de paseo por el campo y es que parece que hemos asumido que algunas cosas son producto humano, y no es así.
Lo que parecen hojas que abrazan el tallo no son tales, son realmente estípulas, dos apéndices muy desarrollados en la base del peciolo, y muy característico, tanto es así que un día me llamó la atención encontrar una planta con estípulas iguales pero con flores blancas en lugar de las flores púrpuras tan llamativas que yo conocía. ¿Era la misma planta?
Sí lo eran tal como pude confirmar en algún libro y en páginas en la red. Sólo más tarde comprendí que yo debía saber ese dato. ¿No eran guisantes las plantas con las que Mendel realizó sus experimentos y sentó las bases de la genética? ¿No era el color de las flores una de las variables que estudió? ¡Qué lejos me queda ya la biología del bachillerato!
Según los investigadores el guisante es una de las primeras plantas en ser "domesticada" junto con los cereales allá por el neolítico temprano, hace unos 10000 años, en la zona de Oriente Medio, existiendo datos de su presencia en la región mediterránea en la edad del bronce. Las variedades que tienen las flores blancas (
Pisum sativum var. sativum) son las que tradicionalmente se han utilizado para el consumo humano, en tanto que las de flor coloreada (
Pisum sativum var. arvense) se cultivan para uso forrajero.
Suspira. Sabe, igual que Emilia, que después del aceite de violeta viene el lavado de pies, luego la limpieza de uñas, a continuación el agua de flor de guisante en la cara y por último el cepillado del pelo
El retrato de casada
Maggie O'Farrell