Uno vestía de plata y otro de oro, pero ambos llevaban una especie de cascos que en el uno copiaba las cápsulas de las bellotas y en el otro la semilla poliédrica de los eucaliptos, con su mismo tono verdegrís.
El bosque animado Wenceslao Fernández Flórez
El género Eucalyptus engloba más de 500 especies cuyo hábitat natural es Australia, Tasmania y algunas zonas adyacentes. En España podemos encontrar varias especies, bien naturalizadas, bien cultivadas como ornamentales, pero fundamentalmente dos: el Eucalipto azul (Eucalyptus globosus) y el colorado (Eucalyptus camaldulensis).
Aunque al pronto no soy capaz de diferenciar uno de otro no abrigo ninguna duda de que el pasaje de El bosque animado que encabeza la entrada hace referencia al eucalipto azul, y es que como afirma el evangelio por sus frutos los conocerás, y el fruto del azul es una capsula rugosa de aspecto pétreo y color verde grisáceo.
El eucalipto llega a Europa en la segunda mitad del siglo XVIII, de la mano de la expedición del capitán Cook. La expedición de Malaspina sería la que trajo las primeras semillas a España, y aunque siempre que se nombra al eucalipto se nos va el pensamiento a Galicia, hay que decir que es la provincia de Huelva la que cuenta con el mayor porcentaje de superficie de eucaliptal de España, un 40% del total. A Huelva fueron los ingleses los que trajeron el cultivo al menos de manera intensiva utilizando su madera para la fabricación de traviesas y vigas para las minas de Riotinto.
Dos factores más han influido para que nuestra provincia alcance esos altos porcentajes de cultivo de eucalipto, por un lado la existencia de amplias zonas de humedales, focos de paludismo que fueron desecados plantando eucaliptos, y por otro la instalación en el polo industrial de la capital de una fabrica de celulosa, hoy en día ya cerrada.
Árbol polémico como pocos, volveremos sobre él más adelante cuando presentemos al eucalipto colorado.