las dulces esperanzas que trajeron,
con sus blancos ensueños se llevaron,
y el porvenir de oscuridad vistieron;
las rosas del amor se marchitaron,
las flores en abrojos convirtieron,
y de afán tanto y tan soñada gloria
sólo quedó una tumba, una memoria
Canto a Teresa
José de Espronceda
Hay ocasiones en que, una vez identificada la planta, me llevo enormes sorpresas al realizar una búsqueda en la red para documentarme. Y eso me ha pasado cuando he tecleado en google Tribulus terrestris: ¡más de 2.000.000 de resultados! ¡Por Dios! ¿Qué tiene esta planta? La respuesta a tan exorbitante cifra la encuentro de inmediato al lado en forma de fotografías, no de la planta sino de unos tarros de esos que podemos ver en los escaparates de centros culturistas o lugares en que venden suplementos para deportistas.
Y una vez que leo un poco más de lo que me extraño es de que no aparezca por más sitios, farmacias y hospitales principalmente, si es que hemos de dar crédito a todas las virtudes con las que en estas páginas la adornan. Así se dice de ella que aumenta la masa muscular, que mejora el rendimiento y acelera la recuperación física, que incrementa la libido (esto que nunca falte), que reduce el estrés, mejora el estado de ánimo, aumenta la producción de leche en las madres lactantes, la producción de espermatozoides ...
Para ver que hay de verdad en todo esto he realizado una búsqueda somera en medline (medline es una base de datos de literatura médica científica, probablemente la más fiable y extensa disponible), hallando una amplia revisión del año 2014 que concluye que podría tener algún efecto sobre la tensión y los lípidos, y consecuentemente sobre la protección cardiovascular, pero que hacen falta más estudios tanto para confirmar esto como el resto de las acciones que se le atribuyen. Un estudio realizado en España no encuentra diferencias con el placebo en cuanto a la mejora de la impotencia, y otro estudio no encuentra que mejore el rendimiento de los atletas. Si he encontrado un estudio que refleja una pequeña mejoría en sintomatología sexual en mujeres postmenopaúsicas, pero tampoco es para echar las campanas al vuelo.
Ya hemos hablado anteriormente de abrojos y claptrops, arma usada por los romanos contra las caballerías y que también era conocida como tríbulo, de donde procede el nombre de nuestro abrojo de hoy.
Habrá que aplicarle a los abrojos aquel refrán que dice: "algo tendrá el agua cuando la bendicen".
ResponderEliminarUn abrazo,