¿No se hundiría la tierra dejando una mancha seca y estéril en que crecerían luego en abundancia la mortífera hierba mora, el beleño, la belladona y cuanta planta maligna pudiese producir el clima?
La letra escarlata
Nathaniel Hawthorne
Hoy estamos de oferta: dos plantas por el precio de una. El motivo de la oferta es la gran similitud entre las dos especies, Solanum nigrum y Solanum villosum, patente también en el hecho de compartir nombres vernáculos, los más populares hierba mora y tomatillos del diablo. Hay por supuesto diferencias entre ambas sin necesidad de llegar al ADN.
Solanum nigrum es menos vellosa y de hojas más oscuras y alargadas. Pero la mejor manera de diferenciarlas es esperar a que sus frutos maduren. Los de Solanum nigrum pasan del verde al negro, en tanto que los de villosum adquieren un color rojo. Ya lo decía san Mateo: "por sus frutos los conoceréis".
Aunque en algunos lugares he leído acerca de su utilidad para diversas dolencias, es bien conocida su toxicidad y de hecho el Solanum nigrum figura en una orden que recoge la lista de plantas que en razón de su toxicidad tienen prohibida o restringida su comercialización.
No aparece en esa lista el Solanum villosum, pero parece que es a ella a la que se refiere Plinio en su Historia natural cuando dice: "no quiero dar la descripción de ella porque me ocupo de remedios, pero no de venenos, y en tratándose de esta especie bastan algunas gotas de su zumo para perturbar la razón. Sin embargo, los autores griegos juegan con ella: a la dosis de una dracma, provoca imaginaciones lascivas, visiones fantásticas, que parecen reales; a dosis doble una verdadera locura; y a cualquier dosis mayor, la muerte".
Movió la cabeza y continuó: El vano deseo de tu madre, satisfecho al fin de la forma burlona en que suelen cumplirse los deseos demasiado fervientes, como tomatillos del diablo que son, ha provocado esta crisis
Norte y surElisabeth Gaskell