Quise por curiosidad saber qué comía y díjome: "Yo soy pobre hombre, como lo que gano, y gano lo que puedo. para vivir mejor. En el bodegón adonde voy, saben ya que me tiene que dar una libreta de carnero merino castrado y para con él una salsa de oruga hecha con azucar. Con esto paso el invierno; que para el verano con una poca de ternera me basta".
Mateo Alemán
La oruga, eruca vesicaria, como los jaramagos, crece en general en terrenos yermos y baldíos y es conocida también como jaramago blanco.
Tiene fama de afrodisíaco y así Dioscórides dice comida cruda en gran cantidad, la oruga estimula a lujuria, y el escritor gaditano del siglo I Columela aconsejaba, pese a todo, reservarle un lugar en el huerto:
la oruga que no menos estimula
a la bruta pasión: mas las virtudes
que a tal vicio acompañan la hacen digna
de ocupar algún sitio...
Y qué virtudes son estas. Pues según Dioscórides y Laguna tiene propiedades diuréticas y antiescorbúticas; la simiente, bebida, atonta de tal modo que no se sienten los azotes y mezclada con miel es buena para las manchas de la piel.
A mi me gustan mucho las venas de sus petalos, he prensado y secado alguna flor solo para poder contemplar esas nervaciones.
ResponderEliminarA primera vista ya me parecía que era un jaramago, luego al leer ya veo que así es.
ResponderEliminarMe siguen sorprendiendo las reseñas literarias que haces, Joaquín.
Un abrazo.
Hola Joaquín.
ResponderEliminarUna entradaestupenda, en tu línea.
Buen trabajo.
Un abrazo desde Doña Mencía.