impío honor de los dioses, cuya afrenta
publica el amarillo jaramago,
ya reducido a trágico teatro
¡Oh fábula del tiempo! representa
cuanta fue su grandeza y es su estrago.
Oda a las ruinas de Itálica
Rodrigo Caro
Describe Rodrigo Caro en su poema como una ciudad, en otro tiempo de las más importantes de la Bética, que dió dos emperadores a Roma, ha llegado a convertirse en un montón de ruinas desoladas. Y una de las imágenes que elige para ilustrarlo es la del jaramago que hace público este abandono. Muy bien traída, ya que los jaramagos son plantas que crecen sobre terrenos baldíos, esos que muchas veces se denominan como incultos o degradados. O en palabras nuevamente del poeta: campos de soledad, mustio collado.
Como sucede en muchas ocasiones, son varias las plantas que reciben el nombre común de jaramago. La que aparece en las fotos es, siempre con las debidas reservas, una diplotaxis virgata. Si es posible ya traeremos otros jaramagos por aquí.
Pocas utilidades le podemos encontrar al jaramago, salvo la de servir como hierba forrajera a los rebaños de cabras y ovejas. De ahí que no sea raro oir decir que no sirven para nada:
A fuerza de caer la lluvia sobre las piedras estas se ablandan y hacen crecer jaramagos, que las gentes dicen que no sirven para nada "los jaramagos no sirven para nada", pero yo bien los veo mover sus flores amarillas en el aire
Federico García Lorca
y es que en verdad tras el invierno, un campo lleno de jaramagos, por muy abandonado que esté, es una alegría para la vista.
Hola Joaquín.
ResponderEliminarMagnífica entrada, como siempre, con lo complicado que es el amarillo.
Buen trabajo.
Un abrazo, desde Doña Mencía.
¡Qué fotografías tan bonitas!
ResponderEliminarMe encanta como enfocas la presentación de las diversas herbáceas, con poemas que nos las hacen más cercanas y más nuestras.
Admiro tu trabajo, Joaquín.
Un beso.
Con flores como esta vemos que en primavera cualquier rincón del campo se convierte en un jardín.
ResponderEliminarSaludos