y aun gastando, lograrlo es placer raro
el gran estrépito que hace en la calleja
el carromato y el eje que se queja,
y las soeces blasfemias del arriero
que a toda costa pasar quiere primero,
arrancarían a un sordo de su sueño
y hasta el que sufra el efecto del beleño.
Juvenal
Dice un refrán castellano que " al que come beleño no le faltará el sueño". No me resisto a referir la experiencia de Alexandre Pougens, autor en el siglo XIX de un diccionario de medicina que se administró experimentalmente una lavativa de beleño (hay que tener ganas). Durmió durante ocho horas. Pero a pesar de que luego permaneció durante veinte horas en un estado de lucidez y creatividad inusitado, para dormir mejor tomarse un noctamid que ponerse un enema.
Las experiencias que encontramos en la literatura no son tan felices como la de este médico francés. Beleño es el contenido de la ampolla que Claudio vierte en el oído del padre de Hamlet causándole de este modo tan curioso y teatral la muerte. Con efectos no tan drásticos también aparece en La vida es sueño, formando parte del bebedizo que le administran a Segismundo
Que beleza tem esta espécie!!!! A natureza nos presenteia com detalhes tão magníficos!!!
ResponderEliminarImagens belíssimas!!!
Felicidades.
Um beijo carinhoso.
Curiosa y peligrosa planta!!
ResponderEliminarNo me gusta la idea de dormir demasiado y menos tomándome un bebedizo semejante.
Las fotografías son espectaculares, la segunda me encanta.
Muchos besos!
Hola Joaquín. Bonita entrada, con magníficas fotos. Buen trabajo y un abrazo desde Doña Mencía
ResponderEliminarMuy interesante este artículo. Mi abuelo en paz descanse me contó que en su juventud, hará ahora unos 100 años, las personas con dolor de muelas mascaban una hoja de beleño para calmar el dolor. Les quedaba la boca dormida, insensible.
ResponderEliminarUn saludo