No hay mozo en todo el lugar que no sea su pariente, ni vieja rezadera que no sea su conocida; en todas la iglesias tiene devociones, o por huir del marido, o por visitar comadres; si es pobre el marido, se anda quejando dél; si es rico, a pocas vueltas le deja como el invierno a la cornicabra, con solo el fruto en la frente.
Vicente Espinel
Al contrario que su pariente el lentisco, la cornicabra (Pistacia terebinthus) pierde todas sus hojas quedando en invierno un arbusto mondo y lirondo en el que destacan esas formaciones retorcidas que por su parecido a los cuernos de las cabras le dan nombre.
Estos cuernos no son otra cosa que agallas producidas como reacción a la puesta de un pulgón, Baizonga pistaciae, y que como vemos no solo sirven para nombrar y reconocer la planta, sino también para referenciar al hombre "adornado":
Tu marido y el mío
van por retama
quiera Dios que no carguen
de cornicabra
Pues estas agallas sí que son curiosas!!
ResponderEliminarNo hace mucho descubrí las agallas que se formaron en mi rosal silvestre y ahora recuerdo que seguramente supe lo que eran gracias a tí, Joaquín, en una entrada anterior sobre estas maravillas de defensa de las plantas.
Un abrazo!!
con tus fotografias nos das clases de botanica,y se agradece
ResponderEliminarEn la primera toma parece un colibrí picando, buenos reportajes Joaquín
ResponderEliminarWhat an interesting and strange plant.
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