Hay una yerba en el campo
que se llama la borraja
Toda mujer que la pisa
luego se siente preñada
Romancero general o Colección de romances castellanos
Agustín Durán
La creencia en el poder fecundante de ciertos elementos animados o inanimados, tales como plantas, rayos de luna o el aire, se encuentra presente en las tradiciones de muchos pueblos. A una de las plantas a la que le cabe el honor de tamaño poder es a la borraja (Borrago officinalis) hasta el extremo de afirmar una coplilla extremeña:
si supieran las mujeres
que hierba es la borraja
no harían falta los hombres
que ellas solas se empreñaban
Parece la borraja una planta tímida, a la que la vergüenza hace inclinar la flor hacía el suelo, ocultándonos su belleza. Tal vez esta timidez no sea ajena al sambenito con el que carga.
Poca gente, creo, es capaz de identificar una borraja, pero pocos desconocen la expresión "quedar en agua de borrajas" dicho de algo carente de utilidad, sin importancia.
Lo que muchos ignoran es que se trata de una expresión errónea producto de una confusión por la similitud fonética entre borraja y cerraja. Asi puede leerse en el diccionario de autoridades (1726):
Agua de cerrajas: se llama a la que se saca de la hieba cerraja y que por ser inútil y de ningún provecho se suele decir agua de cerrajas por todo aquello que no tiene sustancia ni valor.
Alguien confundió un día ambas plantas, prosperó el error, y a la borraja tan sólo le quedó esconderse.
muy interesante entrada ¡¡¡
ResponderEliminarno sabía lo de la supuesta propiedad "preñadora" de la borraja, jejejeje...
un saludo¡¡¡
El jugo de esta planta es viscoso e insípido, pero alivia las quemaduras, es bueno para sudar, para activar la circulación y además, es diurética y expectorante.
ResponderEliminarLa borraja se puede tomar en infusiones antes de las comidas principales, pero también se puede hacer con ella una sopa que es muy recomendable para el invierno, ya que calienta y reconforta los pulmones y el corazón.
Ese es su uso en Canarias.
Celebro que te haya gustado la historia Pilar. Anónimo, nos tendrás que dar la receta para el próximo invierno. Gracias a los dos por participar
ResponderEliminarTampoco yo conocía ese dicho popular de la borraja, muy interesante lo que nos cuentas, Joaquín ¡hay que ver lo que aprendemos cada día!
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Montse. Como ya digo la tradición de los "elementos" como agentes "empreñadores" estaba muy arraigada. Aquí os dejo un enlace en el que podreís escuchar como la hija del rey se queda preñada ("baldada") tras pisar una planta. Magnífica interpretación, como siempre, de Joaquín Díaz. http://www.goear.com/listen/d3ca914/en-los-palacios-del-rey-joaquin-diaz
ResponderEliminarDesde luego la excusa es buena: Salí al campo y pisé una borraja...
ResponderEliminarLo que no dice es lo fue a hacer al campo, je, je.
Y buena historia la del "agua de borrajas". Siempre pensé que con ellas se hacía alguna sopa poco alimenticia o algo así, cuando no se tenía otra cosa que llevarse a la boca. Me alegro de haber aprendido el origen del dicho, muy usado en mi familia.
Este es un comentario que hizo Fernando Vicente cuando enlacé esta entrada en Facebook. Lo dejo aquí a ver si se resuelven las dudas.
ResponderEliminarEs cierto, pero con matices. En Aragón, la borraja es una verdura que se come mucho (la encontraréis en cualquier tienda). Se come cocida con patata y el agua de la cocción se tira, a pesar de tener un montón de vitaminas. Por eso ha p ...rosperado la expresión, además de porque el sabor es tan delicado que uno imagina que el agua tiene que ser muy insulsa.
Otra forma de consumirla es rebozando las hojas con azúcar o miel y friendolas..
Menos una, todas las fuentes que he consultado indican que inicialmente se decía agua de cerrajas. Jose Luis García Remiro ( ¿Qué queremos decir cuando decimos...? Frases y dichos del lenguaje diario. Alianza editorial BT 8113)indica como el término agua de cerrajas, en el sentido que hoy damos al agua de borrajas, ya es señalado por Covarrubias en su Tesoro (1611) y por Correas en su vocabulario (1627) y en dos ocasiones es usado por Quevedo (1600 y 1626). Por otro lado Arturo Ortega dice que la primera cita que ha encontrado usando borraja data de 1833 en Mexico ( http://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/junio_05/15062005_01.htm ) Dejo dos enlaces más que me parecen instructivos: http://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/diciembre_98/07121998_02.htm y http://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/diciembre_05/21122005_01.htm
ResponderEliminarEl único que no habla de confusión es Gregorio Doval (Del hecho al dicho. Ediciones del Prado)
Termino el comentario, tal vez demasiado extenso y que no se si aclarará algo. Lo que si creo es que deberíamos hacernos con unas borrajas y catarlas pues son varios los sitios en que he leído de su bondad y de su finura pese al aspecto de la planta. ¡Hasta las flores se comen confitadas! Luego ya veríamos lo que hacíamos con el agua.
Un abrazo Elisa ( y suerte el dos de mayo)
Tengo que explicarte cómo se hacen los enlaces en los comentarios. Es fácil, sólo hay que colocar una etiqueta antes de la dirección, a ver si te lo mando en un correo.
ResponderEliminarUna flora maravillosa, las fotos están hermosas.
ResponderEliminarSaludos.
Sill