Fuí en pos los lobos que al pastor levaban
Reptandolos a firmes porque a mi dessaban:
Ellos por las mis voçes tres agallas non daban,
Ca por lo que vinieran con recabdo tornaban
Gonzalo de Berceo
Aquí escomienza el duelo que fizo la Virgen María
el día de la Pasión de su fijo Jesuchristo
Volvemos, y no será la última vez, sobre las agallas.
La formación de la agalla supone para el organismo inductor una ventaja, al concentrar en ella elementos nutritivos, proporcionándole a la vez protección frente al ambiente y a posibles enemigos naturales.
No es descartable que también reporte alguna ventaja a la planta, ya que al producirse la agalla el parásito queda localizado, neutralizando su efecto sobre todo el individuo.
En el caso de los robles las agallas se producen en respuesta a la puesta de huevos de cinípidos o avispas de las agallas. Una curiosidad más: el ciclo vital de estos insectos alterna dos generaciones, una formada por machos y hembras, y otra sólo por hembras que se reproducen por partenogénesis.
En las fotografías diversas fases en la evolución de las agallas de Andricus quercustozae.
Muy interesante, Joaquín.
ResponderEliminarSaludos
En el interior de las agallas pueden terminar formándose verdaderos miniecosistemas al llegar otros animales depredadores de los cinípedos o simplemente que buscan cobijo. Estas en concreto, son de roble, pero el parásito necesita pasar por los quejigos, aunque a veces estos están a 200 Km de las formaciones de roble.
ResponderEliminarEn cualquier coso, son muy interesantes.
Hola Joaquín. Excelente comentario y buenas fotos. Enhorabuena y un saludo desde Doña Mencía.
ResponderEliminarHola Joaquín, es apasionante saber estas cosas sobre el micromundo que nos rodea en la naturaleza.
ResponderEliminarUna entrada muy interesante.
Un abrazito!