Las hojas de los sauces, las cortezas de los álamos, o las cenceñas vainas de la lunarias que increíblemente persistían en los abandonados jardines
Recordando en el viento Diego Angelino
Pese a tener unas flores que aunque escasas son ciertamente vistosas, la mayoría de los nombres, y no son pocos, que recibe esta Lunaria annua hacen referencia a sus frutos: lunaria, hierba de la plata, monedas, monedas de plata, monedas del papa, monedas de Judas, hierba de nácar...
La razón es obvia. Los frutos son unas vainas extremadamente planas redondeadas que con el tiempo adquieren un color blanquecino nacarado que recuerdan una luna llena o unas monedas de plata. Estas vainas están formadas por dos finas láminas entre las que se encuentran las semillas que podemos ver al trasluz. Por si no fueran suficientemente llamativas, permanecen durante mucho tiempo.
Y su uso también está relacionado con los frutos. Las varas cargadas de frutos plateados se usan como elemento decorativo, como centros de mesa. Con cuidado y con paciencia se pueden separar las láminas que lo forman, extrayendo las semillas y dejando en las varas una de las láminas más brillante al estar sola y sin semillas.
Los actores ciegos Gonzalo Allegue Otero