Y regresan todos con la sonrisa sobre los labios, abriéndolos de cuando en cuando, como esas flores que se aprietan y ríen y hasta hablan... Sí, los conejitos ¿Como? Los conejitos. Se aprietan y hasta tienen lengua. ¿Tú crees? Una lengüecita pequeña, dorada. ¡Qué precioso! ¿No los has visto nunca? El jardín de mi casa está lleno. ¿Vendrás a verlo?
Memoria de la melancolíaMaría Teresa León
Varias son las plantas que reciben el nombre de conejitos pero por la descripción que hace me inclino a pensar que a la que hace referencia el texto es a un antirrhinum, yo al menos de niño recuerdo haber jugado con esas flores que al apretarlas parecían abrir una enorme boca.
Lo que ya no sé es si se refiere a un antirrhinum en concreto, como tampoco sé exactamente a cuál corresponden las fotos. Pienso que se trata del Antirrhinum graniticim, pero hay una subespecie que es propia de esta zona, el Antirrhinum onubense, y no me queda muy claro cómo distinguir una de otra.
A alguien en alguna ocasión se le ocurrió que estas flores parecían una nariz, la idea tuvo éxito y se le quedó el nombre. No he encontrado que tengan alguna utilidad. Bueno, sí: que jueguen los niños.