Martí nunca había visto el raspalengua. Lo sorprendió el todo chiquito de la mata. Pensaba, al mostrarle la frutica, que era mayor que lo que era.
Martí: a flor de labiosFroilan Escobar
No es raspalenguas el nombre vernáculo más común de esta planta. Es más conocida como rubia, como su nombre científico Rubia peregrina. Lo de peregrina es porque como le ocurría al azotalenguas la rubia posee unas espinas, tanto en el tallo como en las hojas, con las que se adhiere al pelo de los animales o a la ropa y viaja. Lo de rubia por el tono rojizo de las raíces. Y si las raíces son rojas ¿por qué rubia?
Porque en sus orígenes rubeus se usaba para designar una amalgama de colores, principalmente rojizos, pero también amarillentos. Por lo que he podido leer el término latino rubeus se usaba inicialmente para nombrar el color de los cabellos de las tribus que Roma fue encontrando en su expansión hacia el norte, cabellos que tiraban hacia los tonos rojizos y también amarillentos. En la península ibérica el término rojo, de rosso, se acabo imponiendo para el color rojo quedando el rubeus para designar los pelos amarillos. Podemos sin embargo encontrar el rastro de su primitivo significado en palabras como rubor, rubicundo o rubí.
Aunque el viajar aprovechando sus espinas es una manera utilizada por la rubia para extenderse, el principal medio que usa son los pájaros. Los frutos de la rubia son muy apreciados por los pájaros, y la semilla que contiene resiste la digestión por lo que es excretada pudiendo de este modo germinar lejos de la planta originaria.
Se ha usado, su raíz y frutos, como planta tintorera. De rojo por supuesto.