"Adelante. El rancho es humilde pero el corazón es grande", dije y abrí la puerta de par en par. "¿Quiere tomarse una agüita de canchalagua con miel ? La tengo lista en el brasero"
Mestiza
Patricia Cerda Pincheira
Fotografié estas flores hace ya varios años al borde de una carretera. Como tantas otras permaneció en una carpeta de flores sin identificar durante un tiempo, creo recordar que bastante. He olvidado cómo me enteré de su nombre, Canchalagua (Blackstonia perfoliata), pero supongo que como en otras tantas ocasiones fue casualmente, buscando otra cosa, viendo alguna foto en algún libro o en algún blog.
No confiaba en encontrar texto alguno con el que ilustrar la entrada: con ese nombre, y no pareciendo ser una flor muy común (salvo en esa cuneta, no he vuelto a verla) la cosa se me antojaba difícil. Aunque, pensé, el nombre suena a sudamericano y tal vez allí sea de uso común. Y mira por dónde me lo he encontrado en una historia que transcurre en el Chile colonial. Pero estoy seguro de que no hablamos de la misma planta.
Y es que nuestra canchalagua es una planta europea pese a ostentar un nombre de origen mapuche que significa hierba contra el dolor de costado. El diccionario de la RAE sólo recoge el término aplicado a una planta de origen americano, pero en la mayoría de los sitios consultados denominan así a esta Blackstonia, añadiendo en algunos casos el apellido de española. He estado viendo fotos de la americana y no se parecen nada de modo que ignoro el por qué de aplicarle este nombre.
Recibe también los nombres de clora y de centaurea amarilla. Blackstonia es en homenaje al farmacéutico y botánico londinense John Blakstone. Y perfoliata por la manera tan característica en que sus hojas son atravesadas por los tallos. No se le conocen utilidades más allá de alegrarnos la vista.