17 de noviembre de 2015

Brezo de las minas

Donde fijáis vuestro pie dobláis hierbas que después procuran reincorporarse con el apocado esfuerzo doloroso de hombrecillos desriñonados; donde llevéis vuestra presencia habrá un sobresalto más o menos perceptible de seres que huyen entre el follaje, de alimañas que se refugian en el tojal, de insectos que se deslizan entre vuestros zapatos, con las prisas de todas sus patitas entorpecidas por los obstáculos de aquella selva virgen que para ellos representan los musgos, las zarzas, los brezos, los helechos. El corazón de la tierra siente sobre sí este hervor y este abrigo, y se regocija.
     
                                                                                                El bosque animado
                                                                                                Wenceslao Fernández Florez



Empiezo confesando que hoy voy a hacer trampa. Eso sí, pequeñita. Cuando hace ya casi cinco años daba inicio a este entretenimiento lo hacía asegurando dos cosas: que todas las fotos eran mías, y que todas estaban hechas dentro de los límites del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Hoy falto a la segunda, pues las fotos están realizadas en Mina Concepción, una de las 14 aldeas de Almonaster la Real parte de cuyo extenso término municipal, aquel que forma parte de la franja pirítica principalmente, no está integrado en el parque.


La  Erica andevalensis , conocida como brezo de las minas, es una especie endémica del área minera de la zona de Huelva y que además se encuentra en peligro de extinción. Si me atrevo a ponerla es porque, aunque en el libro rojo de la flora amenazada de Andalucía no aparece referenciada dentro del Parque Natural, sí que lo hace en un extenso trabajo realizado por miembros del departamento de Biología Ambiental y Salud Pública de la Universidad de Huelva y de la Junta de Andalucía.


Se trata de una planta asociada a lugares con una concentración elevada de metales pesados y en los que el pH suele ser extremadamente bajo, circunstancias a las que el brezo de las minas es muy tolerante. Lo vemos así en zonas de escombreras, en los cauces de los ríos contaminados y en los afloramientos de gossan.


Aparte de por su localización podemos distinguirlo fácilmente de otros brezos con flores rosadas ya que florece entre junio y noviembre en tanto que los otros dos brezos con flores rosas que hemos visto, el brezo rosala mogariza, lo hacen de enero a junio.


3 de noviembre de 2015

Escleroderma

 - No es que mi explicación sea la correcta, pero les aseguro que es plausible. Ningún pájaro monstruoso puso aquel huevo. Ningún reptil inenarrable. No era un huevo.
Nadie dijo nada. El buscador de prodigios se sirvió otra copa de orujo, bebió un buen sorbo y luego rebuscó en su mochila, hasta sacar un pequeño libro que hojeó rápidamente.
 - Otra vez las setas. Era un licoperdon. Un pedo de lobo, para que lo entiendan. O un escleroderma. Se han encontrado algunos verdaderamente descomunales.

                                                                          Buscador de prodigios (Cuentos del reino secreto)
                                                                          José María Merino



Según los entendidos la riqueza micológica de la sierra de Aracena es muy alta. Pese a ello si no recuerdo mal tan sólo en dos o tal vez tres ocasiones he traído un hongo por aquí. Y es que si difícil es identificar una planta lo de los hongos me parece muchas veces cosa inalcanzable.


Hoy me atrevo a traer un escleroderma (o dos, no estoy seguro), género que recibe este nombre de su característica superficie dura. Y si no estoy muy convencido de si las imágenes son de uno o dos esclerodermas, menos aun de cual es, y eso que he consultado varios libros y páginas web. ¿Verrucosum? ¿Pardo? ¿Cepa? ¿Bovista?


La primera vez que lo vi creí que se trataba de una piedra, y es que crecen directamente del suelo sobre una base ancha sin pie, lo que añadido a su forma redondeada y algo aplastada y a su color hacen posible la confusión.


Al igual que vimos al hablar del pedo de lobo cuando madura se rompe su superficie y a través de esta rotura se dispersan las esporas que han madurado en su interior.


Por lo que he leído no sólo carece de valor culinario, sino que es frecuente que acarree problemas digestivos.